Campesinos perdieron sus casas y cultivos; los adultos mayores, los más afectados
Los habitantes de las comunidades rurales de Acapulco comenzaron hoy sábado a recibir despensas de la Secretaría de Marina de México, tras resultar afectados por las inundaciones que dejó el huracán John desde hace 18 días.
Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua) de México, con vientos máximos sostenidos de 195 kilómetros por hora (km/h) y rachas de 220 km/h, el “ojo” del huracán John, de categoría 3, tocó tierra al sur-suroeste de Marquelia y a 10 kilómetros (km) al este de Copala, localidades del sureño estado de Guerrero, en el Pacífico, a las 9:15 de la noche del 23 de septiembre de 2024, se desplazó hacia el Norte y al día siguiente pasó al noreste y noroeste de Acapulco, entre otras localidades.
Despensas para los damnificados de Acapulco
De acuerdo con la agencia EFE, la ayuda para los damnificados del huracán llegó hoy sábado desde la mañana en helicópteros a Aguas Calientes, localidad rural de Acapulco, ya que los camiones pesados no pueden entrar a la zona por los destrozos del huracán.
Aguas Calientes, según Google Maps, se ubica a 40.6 km al noreste de la ciudad turística de Acapulco y, según el Inegi, tiene 2,099 habitantes (1,080 mujeres y 1,019 hombres) que viven en 525 viviendas.
Campesinas pierden sus cultivos
Entrevistada por EFE, Cupertina Delgado Alfonso, una campesina de la comunidad de Aguas Calientes, narró que el huracán afectó su casa y su milpa, que era su lugar de trabajo.
“Las láminas (el huracán) me las quitó de mi techo y mi huerta está bien inundada, todo se me está secando, mi siembra, todo, mis palmas se van a ir para abajo porque puro lodo del río se metió, así que ni para desazolvar las alcantarillas, están llenas de lodo, tengo que mandar peones para que me saquen todo ese lodo, esa agua”, indicó la campesina.
La mujer relató que con las inundaciones perdió todo el maíz que había sembrado y, además, otras plantaciones son afectadas porque las lluvias no cesan.
“Mis limones, todo, se está secando, y de ahí uno iba cortando para comer pero ahorita ¿de dónde voy a comer?”, preguntó.
Ante las pérdidas, afirmó, la ayuda que recibió hoy le cayó “bien” porque todo está caro y no tienen dinero para adquirir los productos que, además, escasean.
Inundación histórica
A su vez, la también campesina Hilda González Hernández señaló que a pesar de contar con el apoyo de su hijo, sigue trabajando, y por ello siembra plátano, maíz, frijol y calabazas, pero aseguró que nunca en su vida había vivido una inundación así.
“Fue un aguacero que yo no había visto, tengo 64 años viviendo aquí y yo no había visto toda esta agua como ahora.
“Estamos muy bajos de recursos, de aquí (de la huerta) comemos, si viene el frijol, el arroz es una ayuda, ya no lo compramos”, expresó.
Caminos intransitables
Asimismo, afirmó que a pesar de que ya transcurrieron poco más de dos semanas del paso del huracán, las condiciones en la población son graves y los caminos para poder ingresar o salir de estas comunidades son intransitables.
“Están feas las carreteras, tienen mucho lodo, los camiones no pueden pasar, ahorita ya están haciendo la lucha pero no había paso”, puntualizó.
Por su lado, el campesino Miguel Delgado Encarnación dijo que estas despensas serán de gran ayuda para todos, especialmente para adultos mayores como él, pues hay quienes no tienen trabajo o simplemente ya no pueden trabajar.
“Esta despensa nos ayuda porque ahí trae algo de comer, porque ya yo y mi esposa estamos jodidos y no podemos andar”, subrayó.
Médicos, medicamentos y planta potabilizadora
El gobierno de México ya envió también médicos y medicamentos para atender a toda la población de Aguas Calientes, aunque la prioridad son los adultos mayores y menores de edad, sobre todo en los casos de dengue porque han comenzado a aumentar las cifras.
¡Qué generosos son! Después de 18 días del huracán, deciden regalarles despensas a los pobres campesinos de Acapulco. Claro, eso es justo lo que necesitan para reconstruir sus casas y recuperar sus cultivos perdidos. ¡Bravo por el gobierno! Seguro que con esas despensas estarán muy contentos y agradecidos. ¿Quién necesita un techo sobre su cabeza cuando tienes alimentos en el estómago? Sin duda, eso solucionará todos sus problemas. ¡Qué maravilloso!
¡Qué maravilloso! Después de 18 días de vivir en la miseria y sin nada que comer, finalmente reciben unas cuantas despensas. Seguro que eso solucionará todos sus problemas. ¡Bravo por el gobierno por su rápida acción! Tal vez deberían haber esperado un poco más, total, no es como si fueran seres humanos que necesitaran comida para sobrevivir. En fin, al menos ahora pueden tener la sensación de que alguien se preocupa por ellos. ¡Aplausos!
Los pobrecitos campesinos de Acapulco recibieron despensas después de 18 días del huracán. Qué generosos son, ¿no? ¡Seguro con eso se les pasa el hambre y se olvidan de que perdieron sus casas y cultivos! Los adultos mayores son los más afectados, pero al menos tendrán algo para comer. ¡Qué suerte tienen!