
Objetivos de la delegación estadounidense
- Alto el fuego como prioridad central. Donald Trump ha señalado que su principal meta es presionar por un cese de hostilidades en el conflicto de Ucrania, como parte de su apuesta por presentarse como un líder que promueve la paz, incluso aspirando a un Nobel en ese sentido.
- Preparar el terreno para una segunda reunión. El encuentro actual se considera más simbólico que decisorio; Trump mismo lo ha calificado como un “ejercicio de escucha” diseñado para abrir paso a posteriores reuniones, posiblemente con la presencia de Volodímir Zelenski.
- Presión diplomática sin exigir concesiones previas. Aunque en un inicio Trump hizo amenazas con sanciones, en la práctica ha optado por mantener un tono más diplomático, apostando por entablar diálogo antes que imponer condiciones.
Objetivos de la delegación rusa
- Sin expectativas de acuerdos formales. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, y el asesor Yuri Ushakov han advertido que no se planea formalizar ningún pacto en esta etapa, aunque sí se prevé discutir temas difíciles como la guerra en Ucrania, la cooperación económica y la seguridad global.
- Recuperar legitimidad internacional. Putin busca resituarse como actor diplomático de peso y salir del aislamiento que atraviesa desde la invasión a Ucrania. Este encuentro en suelo estadounidense representa un triunfo simbólico para su posicionamiento global.
Territorio cargado de historia y significado. Alaska fue comprada a Rusia en 1867, y su elección como escenario evoca un pasado compartido y subraya la dimensión simbólica del encuentro.
Seguridad total para Putin. Alaska representa un territorio seguro desde el punto de vista legal: al no haber jurisdicción internacional efectiva allí, Putin evita el riesgo de arrestos por órdenes de la Corte Penal Internacional.
Ventajas logísticas y militares. La base aérea Elmendorf‑Richardson es una plataforma estratégica, preparada para recibir aviones presidenciales y garantizar máxima seguridad.
Un mensaje político subliminal a Europa. Situar la cumbre en Alaska excluye literalmente a Ucrania y a la UE del diálogo cara a cara, reduciendo su influencia directa. Europa ha advertido reiteradamente que “el camino hacia la paz no se decide sin Ucrania”.
Presión europea y reacciones ucranianas
- Unión transatlántica en alerta. Gobiernos de la UE han subrayado que cualquier acuerdo debe contar con la participación de Ucrania, y han insistido en mantener la integridad territorial como línea roja.
- Voceros de Kyiv firmes. Zelenski ha advertido que una paz sin Ucrania “no funcionará” y ha reafirmado que el derecho al territorio solo puede decidirse internamente.
- Manifestaciones visibles. En Anchorage, activistas ucranianos protestaron mostrando banderas y pancartas, denunciando la exclusión de Zelenski de las negociaciones.