Ciudad de México/Cancún, Q. Roo, 9 de diciembre de 2024. Una disputa legal y mediática entre la diputada local Paola Moreno y su exesposo, el exdiputado Emiliano Ramos, sigue escalando con acusaciones mutuas y manifestaciones públicas. Moreno, desde la Cámara de Diputados, ha denunciado una década de violencia vicaria, mediática y patrimonial por parte de Ramos, quien actualmente está preso en Playa del Carmen. Por su parte, Ramos, en una carta difundida por sus simpatizantes, acusa a Moreno y al presidente del Poder Judicial del Estado, Heyden Cebada, de influir en su caso judicial y de ignorar denuncias en su contra.
Desde la tribuna federal, Paola Moreno reveló episodios de violencia familiar, incluyendo uno en el que Ramos presuntamente tomó como rehén a su hija de cinco meses. “Hemos sido acosadas, revictimizadas y cosificadas. Ya basta de que nos traten como objetos por el simple hecho de ser mujeres”, declaró Moreno, quien además denunció campañas de desprestigio y maniobras legales en su contra, como una solicitud de reducción de la pensión alimenticia para sus hijas.
Mientras tanto, en Cancún, Alejandro Ramos, hermano del exlegislador, leyó una carta en la que Emiliano Ramos asegura que el presidente del tribunal manipuló expedientes y lo presionó para abandonar su domicilio en 2021. También criticó la falta de acción judicial ante sus denuncias contra Moreno, calificando la situación como un ejemplo de complicidad institucional. Los manifestantes, con pancartas y consignas, exigieron un proceso imparcial y la liberación de Ramos, quien mantiene una huelga de hambre para visibilizar lo que considera un trato injusto.
Este conflicto no solo ha escalado en los tribunales, sino también en el ámbito público, reflejando tensiones políticas y personales que dividen opiniones. Mientras Moreno llama a frenar la violencia de género y proteger a sus hijas, los simpatizantes de Ramos insisten en la necesidad de justicia para el exdiputado.