
Naciones Unidas denuncia bloqueos pese a promesa israelí
22-Mayo-2025 Aunque el gobierno de #Israel declaró que había flexibilizado el bloqueo a la Franja de #Gaza, la ayuda humanitaria sigue sin llegar a quienes más la necesitan. Equipos de la ONU reportaron que esperaron durante horas el permiso para trasladar suministros desde el paso de Kerem Shalom, pero no pudieron garantizar su entrega. Mientras tanto, los gazatíes viven en condiciones extremas, sin alimentos suficientes y con la esperanza desvaneciéndose cada día.
Abdelhalim Awad, dueño de una panadería en el centro de Gaza, expresó que la llegada de alimentos se ha convertido en una ilusión. Aunque se rumora que algunos cargamentos de harina podrían llegar, afirma que eso apenas cubriría una pequeña parte de lo necesario para alimentar a la población. La desesperación es palpable entre quienes llevan semanas sin una comida completa.
Familias palestinas sobreviven con una sola comida al día
El bloqueo israelí ha generado retrasos que dificultan la distribución de la ayuda, incluso mientras se anuncian ofensivas militares que podrían empeorar aún más la situación. La ONU advirtió que los palestinos corren un riesgo crítico de hambruna, especialmente los niños, quienes podrían sufrir desnutrición severa si las restricciones continúan. A pesar de ello, Israel insiste en que los datos están exagerados.
La comunidad internacional comienza a alzar la voz. Reino Unido, Francia y Canadá han condenado las acciones de Israel, calificando su respuesta como desproporcionada. Incluso el nuevo papa, León XIV, se sumó al llamado para permitir el ingreso de ayuda y frenar la violencia. Sin embargo, el primer ministro Netanyahu defendió sus decisiones, asegurando que el control de Gaza es necesario para eliminar a Hamás.

Dentro de la Franja, los testimonios reflejan una realidad alarmante. Riyadh al-Housari, un joven de Gaza, contó que su familia apenas sobrevive con una sola comida al día, generalmente lentejas o pasta. Otros, como Sabah Abu al-Roos, mencionaron que productos básicos como una cebolla llegan a costar hasta 8.50 dólares. La escasez ha obligado a muchos a depender de comedores comunitarios.
Para madres como Iman Jundiyeh, las dificultades son aún más duras. Con cuatro hijos que alimentar, dice que las comidas que antes disfrutaban ahora solo existen en recuerdos. “Ayer mismo, mi hijo me pidió una sandía. Me eché a llorar con él”, confesó. Sin una entrada constante de ayuda, las esperanzas de una vida digna se desvanecen día con día en Gaza.