QUINTANA ROO – 21 DE OCTUBRE DEL 2025 – INTERNACIONAL. La gigante de la aviación alemana, Lufthansa, ha anunciado planes para eliminar aproximadamente 100 vuelos semanales de su itinerario para la próxima temporada de verano. Esta drástica medida es una respuesta directa al aumento de impuestos y tasas que han afectado la rentabilidad de la aerolínea, según han reportado medios locales. La decisión subraya la difícil situación económica que enfrenta la compañía en un contexto de costos operativos crecientes y un mercado interno cada vez más complicado para el sector aéreo.
Los Vuelos Nacionales Dejan de Ser Rentables
El director general de la compañía, Carsten Spohr, fue contundente al señalar la raíz del problema. En una entrevista con Welt am Sonntag, el ejecutivo afirmó que las operaciones aéreas dentro de Alemania ya no son rentables en algunas áreas debido a que los costos estatales de las ubicaciones se han duplicado desde 2019. Spohr advirtió que «sin una reducción de los costes de las sedes, serán inevitables más recortes», confirmando que estos cien vuelos semanales a suprimir son solo el inicio si la situación persiste.

La aerolínea está evaluando seriamente cancelar rutas específicas. Por ejemplo, Spohr explicó que se está valorando la posibilidad de eliminar la conexión de Múnich a Münster/Osnabrück. Si esta ruta se suprime, significaría la pérdida de la última conexión que el aeropuerto de Münster/Osnabrück tiene con un centro de operaciones internacional de Lufthansa. Esta acción limitaría significativamente las opciones de viaje para los residentes de esa región.
Estos desafíos comerciales que enfrenta Lufthansa son un reflejo de los problemas más amplios que afectan a la economía alemana. El país lleva ya dos años en recesión, creando un ambiente de incertidumbre para las grandes corporaciones. El mes pasado, la propia Lufthansa anunció un recorte de 4,000 empleados que se llevará a cabo para el año 2030, una clara señal de que la empresa está reestructurando su fuerza laboral para hacer frente a la presión financiera.

El impacto de los recortes de Lufthansa no solo se sentirá en el cielo. La reducción de la conectividad aérea, especialmente en rutas regionales como Múnich-Münster/Osnabrück, podría dañar la economía de las regiones afectadas. Los aeropuertos más pequeños dependen de estas conexiones para el turismo y, crucialmente, para el movimiento de negocios. Una menor conectividad con los hubs internacionales de Lufthansa podría hacer que estas regiones sean menos atractivas para la inversión extranjera, exacerbando la crisis económica local al dificultar el acceso al mercado global.