
MÉRIDA.- Una investigación de Código Magenta apunta a una omisión, o complicidad, por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de Manuel Bartlett y al gobierno de Andrés Manuel López Obrador como la causa de la actual crisis energética en Yucatán.
Ante los frecuentes, e inminentes, apagones en la Península de Yucatán y en Baja California, la CFE invirtió 2,500 millones de dólares en centrales de ciclo combinado que generen un excedente de energía.
Las plantas ya están terminadas.
Sin embargo no entrarían en operación hasta 2027 debido a que se carece de los gasoductos necesarios para su funcionamiento: “sin gas no hay electricidad”, señaló el reportero Roberto Carbajal.
Plantas de ciclo combinado en Yucatán, inservibles por falta de gasoducto
De acuerdo con la investigación de Código Magenta, hasta ahora – y pese a constantes apagones en Yucatán -, la CFE “no ha podido o no ha querido gestionar la construcción oportuna de los gasoductos que estas centrales requieren”.
Para solucionar el problema se ha recurrido al diésel, o a los ‘brokers’ de este material “introducido ilegalmente a México”, señaló el medio.
La subsidiaria paraestatal, CFEnergía SA de CV, que está “fuera del escrutinio del Congreso, de la Auditoría Superior de la Federación y de la Secretaría Anticorrupción” sería la ruta de acceso para el huachicol fiscal.
CFEnergía licitó un programa de emergencia para echar a andar las centrales de ciclo combinado a través de la contratación de turbinas portátiles de diésel, acusó el medio.
Documentos revisados por Código Magenta indican que en marzo de este año, CFEnergía asignó un contrato de 2,642 millones de pesos a Mejicali Turbine Energy S de RL de CV por la prestación de servicios para la generación de energía.
La citada empresa fue constituida en agosto de 2023 y tiene como representante legal a Jorge Alberto Bonilla Achach.
“La solución de Manuel Bartlett a la crisis energética de la Península de Yucatán implicó confiar ciegamente en una empresa sin experiencia”.
De acuerdo al contrato en poder del medio, CFEnergía acordó:
- Un pago de 457 millones de pesos a Mejicali Turbine Energy por servicios de instalación de turbinas de diésel
- 32 millones por servicios de retiro
- 4.4 millones de pesos diarios por 157 días de operación
- 9.2 millones de pesos diarios por suministro de combustible
Sin embargo, el problema de desabasto de electricidad a regiones como la Península de Yucatán y Baja California persiste.
Tren Maya y Aeropuerto de Tulum, contribuyen al problema
La falta de energía eléctrica es particularmente preocupante en la Península de Yucatán, hogar de dos de las llamadas ‘mega obras’ de AMLO.
De acuerdo con Plan de Confiabilidad del Sistema Eléctrico Nacional de 2024 a 2026, la región sólo tiene una capacidad de generación de energía de 1,837 megavatios.
Con el Tren Maya y el Aeropuerto de Tulum ya en operaciones, la demanda energética en la península se eleva a 3,517 megavatios.
“La situación sólo va a empeorar: el gobierno estima que cada año, el consumo de energía crece 10.2 por ciento en la región. Se trata de la tasa más alta del país”.
Es en esta situación de alta demanda que las centrales de ciclo combinado se encuentran inhabilitadas, en parte porque CFEnergía no ha logrado incrementar la capacidad del gasoducto Mayakán, a cargo de la empresa francesa Engie.
CFE admite que “de no concretarse los proyectos propuestos, será necesario continuar con cortes de energía programados en el suministro a los clientes, aunado a la posibilidad de tener colapsos por pérdida de estabilidad en el sistema”.
Estas son las plantas Mérida IV de 499 megavatios con una inversión de 454 millones de dólares y Valladolid IV de 1,020 megavatios con una inversión de 762 millones de dólares.
“Ambos proyectos son financiados con recursos del Fondo Monetario Internacional y fueron desarrollados por la empresa japonesa Mitsubishi Power”, resaltó el medio.
¿Huachi-diésel?
Para “atender” dichos problemas, CFEnergía entregó los millonarios contratos a Mejicali Turbine Energy, autorizada para conseguir el suministro de combustible de manera independiente.
“Los clientes, es decir, los ‘brokers’ del huachicol fiscal, ya estarían amarrados”, y combustible de dudosa procedencia sería utilizado por CFE.
“Las ganancias de este negocio ilegal están a la vista”, sostuvo Código Magenta:
- Central de ciclo combinado Valladolid IV: el costo de un año de generación de energía con diésel comprado en México es de 1,887 millones de dólares. El costo sería de poco más de 200 millones de dólares con acceso a gas natural en la planta.
- Planta de Mérida: comparativa del costo de utilizar diésel contra gas natural es de 1,103 millones de dólares al año frente a 118 millones de dólares anuales.
“El sistema eléctrico mexicano pende de un hilo, de plantas sin gas y turbinas de emergencia que no se han logrado instalar”, alertó el medio.
Puedes leer la investigación completa aquí.
Es increíble que se haya invertido tanto dinero en plantas que no pueden funcionar. Esto solo muestra una falta de planificación y organización. La gente está sufriendo por apagones y es frustrante ver que no se toman las decisiones correctas.
Es increíble que se haya gastado tanto dinero en plantas que no pueden funcionar. Es una falta de planeación total y la gente es la que sufre con los apagones. Deberían haber hecho las cosas bien desde el principio.
Es increíble que se haya gastado tanto dinero en plantas que no pueden funcionar. La CFE debería haber planeado mejor y asegurarse de que todo estuviera listo antes de invertir. Esto afecta a mucha gente que depende de la electricidad.