
Un impactante crimen en Volgogrado fue dado a conocer por el Comité de Investigación de la región rusa, luego de que un hombre denunciara la desaparición de su esposa pese a haber sido él mismo el responsable de su muerte. El caso ha generado conmoción por la forma en que el agresor intentó ocultar el homicidio y engañar a las autoridades locales.
De acuerdo con la información oficial, los hechos ocurrieron el pasado 14 de diciembre en el domicilio del matrimonio. Durante una fuerte discusión, el hombre tomó una pistola traumática y disparó una sola vez a la cabeza de la mujer, provocándole la muerte de manera inmediata. El hecho ocurrió dentro de la vivienda y no hubo testigos presenciales.
Crimen en Volgogrado y ocultamiento del cuerpo
Tras cometer el asesinato, el responsable procedió a desmembrar el cuerpo de su esposa con el objetivo de borrar cualquier rastro del delito. Posteriormente, arrojó los restos tanto al río Volga como a un terreno baldío ubicado cerca de unos garajes. Estas acciones formaron parte del intento por encubrir el crimen en Volgogrado y evitar ser vinculado con la muerte.
Dos días después del homicidio, el hombre acudió voluntariamente a la Policía para denunciar la supuesta desaparición de su esposa. En su declaración aseguró que la mujer había salido de casa y nunca regresó, versión que inicialmente activó los protocolos de búsqueda por parte de las autoridades.
Sin embargo, durante la verificación del caso, los investigadores comenzaron a detectar contradicciones en el relato del denunciante. Gracias al trabajo conjunto entre el Comité de Investigación y la Policía, se recabaron pruebas clave que permitieron reconstruir lo ocurrido y confirmar la participación directa del esposo en el crimen en Volgogrado.
Crimen en Volgogrado y actuación de las autoridades
Las autoridades informaron que las evidencias obtenidas son consideradas irrefutables y permitieron esclarecer el homicidio en un corto periodo de tiempo. El sospechoso fue detenido y enfrenta cargos graves relacionados con el asesinato y la profanación del cuerpo, delitos severamente castigados por la ley rusa.






