
1 de Agosto del 2025.- El Congreso de El Salvador aprobó una reforma constitucional que permitirá la reelección presidencial indefinida, eliminando además la segunda vuelta electoral y ampliando el período de gobierno de cinco a seis años. Con el respaldo de 57 de los 60 legisladores, la mayoría pertenecientes al partido oficialista Nuevas Ideas, la medida fue presentada como un paso para “darle el poder total al pueblo salvadoreño”, según palabras de la diputada Ana Figueroa.
El cambio también dispone que el actual mandato de Nayib Bukele, originalmente previsto hasta 2029, finalizará el 1 de junio de 2027, año en el que se celebrarán elecciones presidenciales concurrentes con las legislativas y locales. Para sus promotores, esta reforma busca ofrecer “mayor estabilidad” y “reducir costos” en los procesos electorales, aunque diversos sectores la ven como un retroceso democrático.

Críticas y advertencias de la oposición
La diputada Marcela Villatoro, del partido ARENA, calificó la medida como “la muerte de la democracia”, denunciando que se aprobó “sin consulta” y de forma “burda y cínica”. Claudia Ortiz, de VAMOS, sostuvo que la reforma solo pretende “perpetuar a un pequeño grupo en el poder”, mientras organizaciones internacionales alertan sobre el debilitamiento de la independencia institucional en el país.
Expertos en derecho constitucional y organismos como Human Rights Watch advirtieron que la reelección presidencial indefinida pone en riesgo la alternancia en el poder y puede abrir la puerta a prácticas autoritarias. “Están recorriendo el mismo camino que Venezuela”, dijo Juanita Goebertus, directora para las Américas de HRW.

En democracia regional señalan que esta reforma podría generar tensiones con la comunidad internacional y con organismos como la OEA, que históricamente han promovido la alternancia como un pilar del sistema democrático. También apuntan que las decisiones aceleradas, sin procesos amplios de consulta, afectan la legitimidad de los cambios constitucionales.