
Confianza económica toca fondo por temores de inflación y volatilidad financiera
29-Abril-2025 La confianza de los consumidores en Estados Unidos se desplomó a su nivel más bajo desde la pandemia de Covid-19, según datos del mes de abril publicados por el Conference Board. Este fuerte retroceso en la percepción económica refleja una creciente preocupación por los efectos de la política arancelaria impulsada por el expresidente Donald Trump, que ha generado incertidumbre tanto en los mercados como en los hogares estadounidenses.
El índice de confianza cayó 7.9 puntos, ubicándose en 86.0 unidades. De acuerdo con la economista Stephanie Guichard, esto marca el quinto mes consecutivo con una baja, impulsada por el pesimismo generalizado sobre las condiciones económicas futuras. La caída afecta tres componentes clave: el panorama empresarial, las oportunidades laborales y los ingresos esperados por los consumidores.
Uno de los aspectos que más influyó en este desplome fue la creciente mención de los aranceles en las encuestas. Según el informe, este tema alcanzó un “máximo histórico” en las respuestas escritas de los participantes. Esta guerra arancelaria ha incrementado la volatilidad en los mercados financieros y ha generado incertidumbre sobre el rumbo económico del país.
También es preocupante la percepción sobre el comportamiento de los mercados bursátiles. Casi la mitad de los consumidores, un 48.5%, creen que los precios de las acciones bajarán en los próximos 12 meses. Esta cifra no se veía desde octubre de 2011, lo que indica una creciente desconfianza entre los inversionistas minoristas y consumidores comunes.

Expectativas sobre empleo e ingresos también afectan la confianza de los hogares
Por otro lado, la expectativa de inflación a un año subió al 7%, el nivel más alto desde noviembre de 2022. Esta percepción podría tener efectos concretos, ya que las empresas tienden a ajustar sus precios al alza si anticipan aumentos en sus costos operativos, generando así una espiral de incrementos que afecta directamente al poder adquisitivo de la población.
En conjunto, la caída de la confianza del consumidor sugiere una percepción negativa del rumbo económico del país, alimentada por factores como los aranceles, la inflación esperada y la inestabilidad del mercado. De mantenerse esta tendencia, se podría ver una reducción en el gasto de los hogares, lo cual impactaría directamente en el crecimiento económico.La confianza de los consumidores en Estados Unidos se desplomó a su nivel más bajo desde la pandemia de Covid-19, según datos del mes de abril publicados por el Conference Board. Este fuerte retroceso en la percepción económica refleja una creciente preocupación por los efectos de la política arancelaria impulsada por el expresidente Donald Trump, que ha generado incertidumbre tanto en los mercados como en los hogares estadounidenses.
El índice de confianza cayó 7.9 puntos, ubicándose en 86.0 unidades. De acuerdo con la economista Stephanie Guichard, esto marca el quinto mes consecutivo con una baja, impulsada por el pesimismo generalizado sobre las condiciones económicas futuras. La caída afecta tres componentes clave: el panorama empresarial, las oportunidades laborales y los ingresos esperados por los consumidores.
Uno de los aspectos que más influyó en este desplome fue la creciente mención de los aranceles en las encuestas. Según el informe, este tema alcanzó un “máximo histórico” en las respuestas escritas de los participantes. Esta guerra arancelaria ha incrementado la volatilidad en los mercados financieros y ha generado incertidumbre sobre el rumbo económico del país.
También es preocupante la percepción sobre el comportamiento de los mercados bursátiles. Casi la mitad de los consumidores, un 48.5%, creen que los precios de las acciones bajarán en los próximos 12 meses. Esta cifra no se veía desde octubre de 2011, lo que indica una creciente desconfianza entre los inversionistas minoristas y consumidores comunes.
Por otro lado, la expectativa de inflación a un año subió al 7%, el nivel más alto desde noviembre de 2022. Esta percepción podría tener efectos concretos, ya que las empresas tienden a ajustar sus precios al alza si anticipan aumentos en sus costos operativos, generando así una espiral de incrementos que afecta directamente al poder adquisitivo de la población.
Es genial ver que se están tomando medidas para cuidar el medio ambiente, pero a veces siento que las acciones son más de cara a la galería que efectivas. Necesitamos soluciones reales que hagan la diferencia, no solo anuncios bonitos.
Es genial ver que se están tomando medidas para mejorar la situación, pero a veces siento que las decisiones llegan tarde y no se piensan bien. Deberían involucrar más a la gente que realmente vive el problema, así se podrían encontrar soluciones más efectivas.