La Ciudad de México es el hogar de más de 22 millones de personas que cada día salen al trabajo, de compras o de paseo y sus calles y avenidas se ven llenas de vehículos y transeúntes. Pero cada primer día del año ocurre un fenómeno muy particular, sus calles, plazas y avenidas quedan completamente despobladas. ¿Cómo se ve la CDMX vacía
En la actualidad la capital mexicana ocupa el sexto lugar entre las urbes más pobladas del mundo, después de ciudades como Tokio, Shanghái o São Paulo, y como bien podemos imaginar, las muchedumbres salen de sus casas para hacer sus diferentes actividades y como bien podemos imaginar, cada día tenemos más habitantes.
Todos los días presenciamos una inmensa afluencia de tráfico, grandes multitudes en las plazas y lugares públicos y el transporte público saturado a su máxima capacidad. Pero el 1 de enero es un día especial. Cada uno de nosotros celebra la llegada del Año Nuevo y el descanso para los trabajadores es obligado. Así que tenemos una ciudad completamente vacía, como en la trama de una novela o una película distópica.
Un extraño escenario
Es verdaderamente raro ver nuestras calles solitarias y vacías. Sólo durante esta fecha especial del año, y tal vez el 25 de diciembre, se da este fenómeno que podría parecer sacado de una película de ciencia ficción o de apocalípsis zombi. Todos nos guardamos en nuestras casas, por no mencionar a la gente que sale de viaje durante las fiestas de fin de año.
Y no podemos olvidar que durante la pandemia del Covid-19 tuvimos este tipo de escenarios con calles y plazas vacías, pero esto ocurrió durante varios meses y por motivos de salud. Cada 1 de enero es un día especial, casi todos los establecimientos permanecen cerrados, la gente se repone de las fiestas y se prepara para volver en los próximos días a sus actividades en el año que empieza.
La gran ciudad parece el escenario de un sueño, aunque no faltan los que aprovechan para dar un paseo por los parques y las calles vacías. El primer día del año nos da una visión diferente de la que tenemos de la enorme capital mexicana, que cada año crece y tiene más habitantes.
Una CDMX casi vacía
La llegada del año que empieza es una gran celebración. La historia de la Ciudad de México comenzó en 1521 con la llegada de los conquistadores, aunque su territorio ya era la gran capital del imperio mexica. Desde entonces se expande con pueblos que se anexan a ella, más calles, avenidas y zonas habitadas.
Y por supuesto que este fenómeno de vacío del 1 de enero se da en todas las grandes ciudades y pueblos del país, así como en todos los lugares del mundo que celebran la llegada del Año Nuevo. Las calles se dan un respiro, el acostumbrado tráfico vehicular está ausente y se puede disfrutar del paisaje y apreciar la belleza de los diferentes sitios en paz.
El 1 de enero es un día excelente para salir a dar una caminata si ya estás repuesto de la fiesta de fin de año. Puedes llevar a pasear a tu mascota sin ningún problema y hasta ir a correr y practicar ejercicio a tu lugar favorito para aprovechar el aire más limpio que se puede respirar. La calma de este día especial nos sirve para valorar lo que tenemos, reflexionar y hacer nuestros planes para el futuro.
Una urbe silenciosa
La ciudad invita a conocerla sin el sonido de sus cláxones y motores, sin sus embotellamientos y sus banquetas llenas de gente. El 1 de enero nos da otra perspectiva del lugar en el que vivimos, así que podemos aprovechar y hasta tomar fotos de nuestros lugares favoritos tal como son y como pocas veces podemos apreciarlos.
Lo más notorio del primer día del año es el contraste con el tráfico del mes de diciembre, cuando toda la gente sale para hacer compras navideñas y visitar a sus seres queridos. Disfruta del silencio de la ciudad. Date una vuelta en bici y disfruta de la calma que nos trae el Año Nuevo cada 365 días.