Xalapa, Veracruz, 5 de marzo de 2025. – Un reciente estudio realizado por científicos de la Universidad de Tübingen en Alemania ha puesto en evidencia los efectos negativos de la comida “basura” en el cerebro. Según la investigación, después de solo siete días de consumir alimentos ultraprocesados, como barritas de chocolate, patatas fritas y pizzas precocinadas, el cerebro sufre alteraciones en la actividad cerebral, especialmente en las áreas relacionadas con la memoria y la respuesta a la insulina.

El Impacto de los Ultraprocesados en el Cerebro
La investigación, publicada en la revista Nature Metabolism, muestra que el consumo constante de productos ultraprocesados genera un patrón cerebral similar al observado en personas con obesidad. A pesar de que los participantes del estudio no presentaron cambios significativos en su peso o composición corporal, los efectos en la actividad cerebral fueron notables.
“La comida basura es capaz de cambiar los patrones del cerebro en adultos jóvenes sanos”, explicó Stephanie Kullmann, neurocientífica y directora del estudio. “No esperaba que el efecto fuera tan claro en una población sana”, añadió. Este hallazgo sugiere que incluso aquellos que no presentan sobrepeso pueden experimentar efectos negativos a corto plazo por una dieta alta en calorías y alimentos procesados.
¿Por Qué la Comida ‘Basura’ Afecta la Memoria?
El estudio se centró en cómo los alimentos ultraprocesados alteran el cerebro al interactuar con la insulina, una hormona que regula los niveles de glucosa en la sangre y que también tiene un impacto directo en el cerebro. Tras las comidas, el páncreas libera insulina, lo que ayuda al cuerpo a usar la glucosa para generar energía. Esta hormona también llega al cerebro, lo que genera una sensación de saciedad.
Sin embargo, en personas con obesidad, la respuesta cerebral a la insulina se debilita, lo que afecta la capacidad del cerebro para procesar los alimentos. Los investigadores observaron que tras solo cinco días de una dieta alta en calorías, los participantes mostraron cambios en la actividad cerebral relacionados con la respuesta a los cambios dietéticos y al sistema de recompensa del cerebro.

Resultados del Estudio: Efectos a Largo Plazo en la Actividad Cerebral
Los resultados mostraron que, una semana después de finalizar la dieta alta en calorías, la actividad cerebral del grupo que consumió comida basura disminuyó en dos áreas clave del cerebro asociadas con la memoria y la respuesta a los estímulos visuales relacionados con la comida. Estas alteraciones son consistentes con los efectos observados en personas con resistencia a la insulina, un factor de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2.
Este cambio en la actividad cerebral podría tener implicaciones importantes no solo en la memoria a corto plazo, sino también en la capacidad de las personas para tomar decisiones saludables sobre su alimentación, lo que a largo plazo puede generar un ciclo de malos hábitos alimenticios difíciles de romper.
El Papel de la Insulina en el Cuerpo y el Cerebro
El estudio también investigó el papel de la insulina en el cerebro. Kullmann y su equipo administraron a los participantes un aerosol nasal de insulina para aumentar los niveles de esta hormona en el cerebro antes de cada sesión de imágenes. Los resultados mostraron que, tras cinco días de consumir alimentos ultraprocesados, el grupo que había seguido la dieta alta en calorías presentó un patrón cerebral similar al de personas con obesidad.
Los investigadores sugieren que estos cambios en la actividad cerebral están relacionados con la resistencia a la insulina, que se presenta cuando el cuerpo no responde de manera eficiente a esta hormona. Esto puede llevar a un aumento en los niveles de azúcar en la sangre, lo que a su vez afecta el cerebro y la memoria, así como la capacidad de procesar adecuadamente los alimentos.
Conclusiones y Recomendaciones del Estudio
Los hallazgos de este estudio refuerzan la importancia de una dieta equilibrada para la salud cerebral y metabólica. La investigación subraya los riesgos de consumir alimentos ultraprocesados de manera regular y sugiere que, a largo plazo, este tipo de dieta podría tener un impacto negativo en la memoria y en el control de la insulina. Además, los expertos indican que es necesario prestar más atención a la forma en que los alimentos afectan no solo al cuerpo, sino también al cerebro, para comprender mejor cómo las decisiones alimenticias pueden influir en nuestra salud mental y física.
Es genial ver que se están tomando medidas para mejorar la situación, pero a veces siento que las acciones son más lentas de lo que deberían. La gente necesita soluciones ya, no en un futuro lejano.