
Mérida, Yucatán.- En enero de 2024 se prendieron las alarmas en Yucatán, luego de difundirse la posibilidad de que Saulo David S. Z., alias “El Jaguar”, presunto líder criminal de una red de trata de personas podría esconderse en Mérida, Yucatán, vinculado a la desparición de al menos 9 mujeres, (2 mexicanas y 7 colombianas), quienes fueron localizadas posteriormente.
Como publicó el Diario, ellas habían desaparecido el 5 de enero de ese año después de ir a una fiesta privada invitadas por “El Jaguar”, cabecilla de una célula del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), pero no sabían que tenía fines de explotación sexual.
El caso se viralizó en redes sociales el 13 de enero de 2024, cuando familiares y amigos de las víctimas difundieron audios enviados por una de las víctimas en los que se despedía de su madre y pedía rezar por ellas; también compartieron un collage con fotos de las jóvenes, pidiendo ayuda para localizarlas.
La presión mediática por el caso de las extranjeras secuestradas en México por el CJNG derivó en su liberación, aunque ninguna de las afectadas denunció formalmente lo ocurrido ante la Fiscalía a alguna otra de las autoridades mexicanas.
Y ahora, una de ellas, bajo el nombre ficticio de “Sofía” —para proteger su identidad—, rompe el silencio y habla sobre la traumática experiencia en el podcast Más allá del silencio.
Con gorra, y el rostro cubierto, la víctima de trata en la modalidad de prostitución forzada, accedió a la entrevista que está disponible en YouTube desde el 7 de abril, donde narra la angustia e incertidumbre que vivió junto a otras mujeres durante 8 días.
“Fue un momento muy angustiante, la verdad fue algo que me marcó mucho la vida. Ese momento de angustia de no saber si ibas a volver a ver a tus familiares, ¿qué iba a pasar contigo? Si te iban a matar, si ibas a estar bien, si ibas a sobrevivir”.
¿Cómo llegó Sofía a México?
Confesó que decidió llegar a México bajo la promesa de trabajo y dinero fácil, cuya invitación le llegó a través de dos amigas mexicanas que conoció en Colombia, con quienes ya había convivido en su país de origen.
Y agregó que ellas le ofrecieron pagarle por asistir a una fiesta, quienes a su vez recibieron la oferta de El Jaguar, un tratante intermediario:
“¿Quién es Saulo? Saulo es, por decirlo así, un proxeneta; es el encargado de conseguirle mujeres a diferentes tipos de personas, a jefes, pero sobre todo a cárteles. Saulo les hace la invitación a ellas a una fiesta donde van a pagar muy bien”, explicó a Rafael Poveda en la entrevista.
“Llegué al aeropuerto de Cancún y ahí me dirigí para Villahermosa, Tabasco, que es de donde ellas son. (..).
Una vez en México, todas se trasladaron desde el aeropuerto de Cancún hasta Villahermosa, y desde allí fueron recogidas por hombres armados en camionetas.
“A ellas (sus amigas mexicanas) les hacen una invitación a una fiesta, (…) una persona que se llama Saulo.
“Ellas me hacen la invitación a mí y me dicen que si quiero puedo traer amigas que necesiten dinero. Yo le comento a dos amigas que estaban en Colombia. (…) Eh, Saulo dice que les va a pagar pasajes que les va a pagar todo para que asistan y aparte les va a pagar por el tiempo. Yo acepto la invitación y voy con ellas”.
¿Cuánto ofrecieron pagarle a las mujeres por asistir a la fiesta
Sofía detalló que el servicio era una únicamente por acompañarlos, ya que “los jefes querían estar rodeados de mujeres hermosas”, por eso ofrecieron pagarles $1,900 pesos mexicanos por hora. “De esos $1,900 nos quedan $1,100 pesos mexicanos por hora a nosotras. Le quedaban $800 pesos mexicanos de porcentaje a Saulo por cada una de nosotras”.
¿Qué pasó el día de la supuesta fiesta
Pero el día de la fiesta llegó y luego de que un grupo de hombres armados llegó por ellas para llevarlas, les confiscaron los celulares y fueron llevadas hasta una finca alejada, donde, según el testimonio, había un aresenal, chalecos antibalas y personal de seguridad.
“Nos quitan los celulares y nos dicen que no los pasan al otro día cuando ya salgamos de la fiesta. Llegamos a Cárdenas, Tabasco. De ahí y Nos recogieron otros escoltas de los jefes”.
Cuenta que al llegar a la fiesta iban las 2 mexicanas, ella y sus dos amigas colombianas, pero después se sumaron otras 4 colombianas que no conocía, haciendo un total de 9 mujeres.
La fiesta empezó y transcurría todo normal, hasta que de pronto, “de la nada salió uno de los jefes y le dio la orden a uno de los escoltas de que nos metieran a todas en una habitación” donde almacenaban muchas armas de todo tipo.
“Nos hicieron arrodillar a todas y nos hicieron agachar la cabeza mientras nos apuntaban con sus metralletas en la frente. De ahí llegó el jefe del cartel. No podíamos mirarlo a la cara. Todas teníamos que tener la cabeza abajo”.
Secuestro por el pago de una deuda de “El Jaguar”
Según su testimonio, la retención estuvo vinculada a una presunta deuda entre un intermediario llamado Saulo David S. Z., alias “El Jaguar”, y miembros del cártel, quienes les comunicaron que estaban “en garantía”.
Y es que el hombre que se identificó como jefe del cartel les comunicó que iban a trabajar para él y que no podían irse hasta que “El Jaguar” saldara una deuda de 120 mil pesos mexicanos.
“Nos dijo que de ahora en adelante todas íbamos a trabajar para él. Que teníamos que hacer todo lo que ellos dijeran. Que el motivo por el cual nosotras estábamos allá era porque Saulo tenía una deuda con ellos. Y nosotras íbamos a estar en garantía”, narra Sofía.
Durante los días de retención, las mujeres fueron trasladadas entre distintas casas, siempre bajo vigilancia de escoltas armados.
En una de las viviendas fueron recibidas por una mujer identificada como “Susy”, a quien Sofía describió como fugitiva de la justicia y encargada de mantenerlas ocultas hasta que “se calmara la guerra entre cárteles”.
Sofía relató que algunas de sus compañeras fueron obligadas a tener relaciones con varios guardaespaldas, “tuvieron que estar con más de 5 escoltas cada una”.
Mientras que a ella, según su versión, nadie la tocó porque uno de los jefes quiso quedarse con ella. A lo largo del testimonio, relató cómo pidió repetidamente que las dejaran ir, sin éxito.
Finalmente logró que le prestaran un celular para comunicarse con su madre. Fue entonces cuando gracias a los audios y fotos que se hicieron virales se supo el secuestro de las colombianas por parte del CJNG, cuyo lider en esas fechas se rumoró que se escondería en Mérida, Yucatán.
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“Dijeron que ya todas eramos comida para los cocodrilos”, recordó Sofía sobre la reacción de los jefes del CJNG al enterarse de la difusión pública del caso.
El CJNG entrega a policías a mujeres colombianas en un motel
Llama la atención la tranquila entrega de mujeres colombianas que hizo el CJNG a la policía en un motel: primero las sacaron en motos del escondite hasta una avenida, donde luego las recogió un vehículo para trasladarlas a un motel en Villahermosa.
Pero les dieron indicaciones sobre lo que debían decir a las autoridades que habían asistido a una fiesta y no sabían nada del CJNG.
Que teníamos que decir que estábamos en una fiesta. Que pues se nos había pasado el tiempo y no sabíamos nada de lo que estaba pasando.
Fueron ocho las mujeres halladas en un motel ubicado en la ranchería Anacleto Canabal cuarta sección, sobre la carretera Villahermosa-Cárdenas, según dijo la Fiscalía en un boletín; pero se reportó lacaptura de una: Yesica Anahí, considerada autora material de los hechos, que podría ser la novena, pero ese punto no fue aclarado por la autoridad.
El entonces subsecretario de Seguridad Pública, Luis Rodríguez Bucio, dijo que todas negaron haber sido secuestradas.
Dos de las extranjeras tenían permiso de estancia vigente en México, mientras que el resto enfrentó procesos de retorno asistido por haber ingresado como turistas y realizado actividades remuneradas.
Tras su paso por la Fiscalía, las mujeres fueron enviadas a Migración, donde permanecieron tres días.
Según Sofía, durante ese tiempo fueron despojadas del dinero recibido durante su retención, equivalente a 10 mil pesos mexicanos por persona.
Las autoridades mexicanas no tomaron declaraciones completas que permitieran avanzar en una investigación penal, debido a que las jóvenes negaron estar retenidas, posiblemente por miedo; hecho que confirma el testimonio de Sofía.
Días después, la Fiscalía de Veracruz detuvo a Julio César N., uno de los presuntos responsables del secuestro, acusado de trata de personas y enviado a prisión preventiva por dos años.
El periodista Ciro Gómez Leyva había revelado el caso en Imagen Televisión, todas “enviadas por Saulo David Sánchez Zetina”.
“Mami, te amo mucho, estoy bien, rece por mí”, ella es una de las 9 escorts colombianas que desaparecieron en #Villahermosa, #Tabasco, tras acudir a una fiesta. Todas fueron enviadas por Saulo David Sánchez Zetina, “El Jaguar”, quien encabeza una red de trata del #CJNG. pic.twitter.com/xo6MwdM9Ib
— Ciro Gómez Leyva (@CiroGomezL) January 13, 2024
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Yucatán emitió una alerta de búsqueda para localizar a El Jaguar, identificado como jefe de una red de trata de personas vinculada al CJNG.