
30 de Diciembre del 2025.- El panorama económico de América Latina ha dado un giro importante tras el reciente anuncio del gobierno colombiano. El presidente Gustavo Petro, en su mensaje de fin de año, confirmó que el país se posiciona ahora como una de las naciones con mejor remuneración básica en la región para el inicio del 2026. Este ajuste busca transformar la realidad financiera de millones de hogares, elevando el llamado «salario vital» a los 2.000.000 de pesos, lo que equivale a unos 537 dólares aproximadamente, marcando un hito en la historia reciente del país.
La estructura de este nuevo sueldo básico se divide en dos componentes fundamentales para el bolsillo del trabajador. Por un lado, el ingreso mensual neto quedó fijado en 1.750.905 pesos, mientras que el subsidio de transporte subió a 249.095 pesos. Con estas cifras, Colombia logra entrar finalmente al selecto grupo de los cinco países latinoamericanos con mayores ingresos legales para sus empleados. En esta lista, el país cafetero comparte honores con naciones como Costa Rica, México, Uruguay y Chile, quienes lideran el ranking regional.
Una visión de justicia social y economía familiar
Desde el Ministerio del Trabajo se ha defendido que este incremento no es una decisión tomada al azar o por capricho político. El ministro Antonio Sanguino Páez explicó que el pago mensual mínimo ahora se rige bajo el concepto de «salario vital», una figura que aunque estaba en la Constitución de 1991, nunca se había aplicado realmente. La idea central es que el dinero no sea visto solo como un pago individual, sino como un recurso que garantice la supervivencia y dignidad de todo el núcleo familiar del trabajador.
Para entender la magnitud del cambio, es necesario recordar que durante el año 2025 la remuneración mínima legal se mantenía en niveles mucho más bajos. El salto representa un aumento del 23 % en el sueldo y más del 24 % en el auxilio de transporte. El gobierno sostiene que esta herramienta de justicia social es necesaria para combatir la desigualdad y asegurar que los hogares tengan acceso a las condiciones básicas de vida, especialmente en un contexto de cambios económicos globales que afectan el consumo interno.
El debate político y las preocupaciones del sector privado
Como era de esperarse, este ajuste en el ingreso mínimo obligatorio ha generado una ola de reacciones encontradas en diversos sectores de la sociedad. Representantes de los gremios empresariales y líderes de la oposición han calificado la medida de «irresponsable». Argumentan que un incremento de tal magnitud podría disparar la inflación y elevar el costo de vida para todos los ciudadanos. Incluso, algunos parlamentarios han advertido sobre posibles despidos masivos debido a la carga prestacional que esto implica para las empresas.






