
11 de Noviembre del 2025.- La liberación por error de 262 presos en solo un año en Inglaterra y Gales ha encendido las alarmas en las autoridades británicas. Este fallo masivo llevó al inspector jefe de prisiones del Reino Unido, Charlie Taylor, a advertir que el sistema carcelario presenta síntomas claros de estar en un «punto de quiebre». La situación es tan grave que varias de esas personas, incluyendo delincuentes peligrosos, todavía no han podido ser recapturadas por las autoridades.
La estadística oficial, que cubre el período de un año hasta el mes de marzo, es contundente. Los 262 reclusos liberados por error representan un incremento alarmante del 128% en comparación con los 115 registrados en el período anterior. Del total de este año, 233 personas salieron directamente de los establecimientos penitenciarios, mientras que las 29 restantes fueron liberadas de manera equivocada en los tribunales, evidenciando fallos en toda la cadena de custodia del sistema penitenciario.
Lo que más preocupa a la ciudadanía es el perfil de los liberados. Según detallan medios locales, 90 de esas personas eran delincuentes clasificados como violentos o sexuales. Un portavoz del Ministerio de Justicia intentó calmar la situación, asegurando que «la gran mayoría… son rápidamente devueltos a la cárcel» y que trabajan con la Policía «para capturar a los pocos que todavía están en la comunidad». Sin embargo, se confirmó que al menos cuatro de ellos siguen en libertad: dos liberados en 2024 y otros dos en junio de este año.
Síntomas de un Sistema Carcelario en «Punto de Quiebre»
Frente a este panorama, Charlie Taylor señaló que la frecuencia de estos errores «potencialmente peligrosos» es solo un síntoma de un sistema carcelario que está desbordado. Advirtió que el sistema actualmente no puede cumplir sus dos funciones básicas: no puede proporcionar a los internos las herramientas necesarias para reinsertarse en la sociedad, ni tampoco puede controlar su seguridad y la del personal mientras están dentro del penal.
Para ilustrar el caos, Taylor describió cómo las prisiones británicas han perdido la batalla por el control interno. «El espacio aéreo por encima de muchas cárceles ha sido cedido a bandas del crimen organizado», afirmó. Estos grupos utilizan drones para volar paquetes cada vez más grandes que contienen toda la gama de drogas, desde cocaína hasta el medicamento Ozempic. Esto provoca que en muchas prisiones sea común que el 40% de las pruebas aleatorias de drogas den positivo, alimentando un ciclo de deudas y violencia extrema.
La Raíz de la Crisis Carcelaria: Falta de Fondos y Personal
La reacción política no se hizo esperar. David Lammy, secretario de Justicia y viceprimer ministro, reconoció estar «consternado» por la cantidad de liberaciones erróneas y aseguró que «recibieron un sistema penitenciario en crisis». Esta crisis carcelaria es atribuida por la oposición, como el parlamentario liberal demócrata Ben Maguire, a que el Gobierno no le ha dado «la atención y, en última instancia, la financiación que merece» al problema. Expertos en justicia penal añaden que estos errores son la consecuencia directa de una sobrepoblación crítica y una grave escasez de personal experimentado, dejando las instalaciones sin capacidad de operar correctamente.
El caos del sistema penitenciario se vio reflejado en los casos recientes. El pasado viernes fue recapturado en Londres el argelino Brahim Kaddour-Cherif, de 24 años, quien había sido liberado accidentalmente el 29 de octubre. Cumplía sentencia por intento de robo y estaba en el registro de delincuentes sexuales. Días antes, William Smith, de 35 años y condenado por múltiples fraudes, se entregó voluntariamente el jueves, tres días después de que lo dejaran salir por error de la cárcel.








