A través del uso de la cliodinámica se puede identificar patrones que se repiten a lo largo de la historia y que pueden ayudar a la resolución de problemas sociales, establece Carlos Anaya en un artículo publicado ayer.
Basado en este método —acuñado por Peter Turchin, pionero de la cliodinámica—, el autor ofrece algunas soluciones a los problemas en México.
Por ejemplo, en términos laborales propone ejes importantes como el aumento de los salarios reales, una mayor inversión en capacitación y educación técnica y también la formalización del empleo.
En términos de redistribución de la riqueza propone una reforma fiscal progresiva, la implementación de un impuesto a la riqueza y sobre todo políticas de bienestar social.
En otros puntos también establece que se debe reformar el sistema educativo; fomento del emprendimiento y una mayor participación política inclusiva.
En todos los casos, el autor abunda sobre cada una de las posibles soluciones. También habla de la austeridad inteligente y de la promoción al crecimiento económico.
El autor dice que para salir de la crisis en la que México parece estar entrando, es imprescindible abordar de manera integral los factores que generan inestabilidad: la pauperización del pueblo, la creciente desigualdad, la sobreproducción de élites y la pérdida de confianza en las instituciones.
Factor determinante
Finalmente, el incremento de la deuda pública es otro de los factores que puede llevar a una crisis.
En México, la deuda ha aumentado significativamente en los últimos años, lo que limita la capacidad del gobierno para implementar políticas sociales y económicas que favorezcan el bienestar de la población.
La deuda descontrolada es una carga que reduce la inversión en infraestructura, salud y educación, lo que a su vez puede profundizar la desigualdad y generar más inestabilidad, según señaló Turchin.
Para evitar que la deuda se convierta en una carga insostenible, es necesario que exista austeridad inteligente (“no republicana”).
En lugar de recortes drásticos que afecten a los sectores más vulnerables, México debe implementar una política de austeridad que priorice la inversión en sectores clave, como la educación, salud e infraestructura, mientras se controla el gasto en áreas no esenciales como “Obras Faraónicas”.
Por su parte, para reducir la deuda pública, es fundamental fomentar un crecimiento económico sostenible para el país.
Esto implica la creación de empleos formales, el fortalecimiento del mercado interno y la diversificación de la economía para reducir la dependencia de las exportaciones y las fluctuaciones en los precios internacionales, señaló el artículo.— Megamedia