
Presidenta responde con cautela ante evento del Poder Judicial
Ciudad de México.— En un breve pero significativo comentario, la presidenta de México, #Claudia Sheinbaum, declaró que su asistencia a la toma de protesta de la nueva integración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (#SCJN) dependerá de si recibe una invitación formal. “Depende… si nos invitan”, respondió ante la pregunta expresa de medios de comunicación.
La declaración, aunque corta, deja entrever el tono de la relación entre el Poder Ejecutivo y el Judicial, marcada en los últimos años por diferencias en torno a decisiones clave y posturas ideológicas. La llegada de Sheinbaum al poder ha generado expectativas sobre si se mantendrán o suavizarán esas tensiones institucionales.
Relación entre Ejecutivo y Corte sigue marcada por la tensión
La Suprema Corte se encuentra en un proceso de renovación de su integración, y su nuevo rostro podría influir en el rumbo de reformas impulsadas por el gobierno federal. En este contexto, la presencia o ausencia de la presidenta en la ceremonia podría interpretarse como un gesto político importante.
En los últimos meses, Sheinbaum ha reiterado su compromiso con el respeto a la división de poderes, pero también ha mostrado apoyo a iniciativas de transformación judicial. Esta dualidad ha generado atención entre analistas políticos que observan cada señal en la relación con la Corte.
Hasta ahora, el Poder Judicial no ha confirmado la lista de invitados a la ceremonia, que marcará el inicio de una nueva etapa para la SCJN. Mientras tanto, la respuesta de la presidenta sigue generando reacciones en redes sociales y medios, al considerarse un indicio de cómo se construirá el diálogo entre ambos poderes en este sexenio.