
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió con firmeza y serenidad al reciente anuncio del gobierno de Perú sobre la ruptura de relaciones diplomáticas con México, luego de que nuestro país otorgara asilo político a Betssy Chávez, ex primera ministra del expresidente Pedro Castillo. La mandataria calificó la decisión peruana como “fuera de toda proporción”, asegurando que México ha actuado conforme al derecho internacional y a una tradición histórica de protección y soberanía.
Durante su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum explicó que, hasta el momento, México no ha recibido una notificación formal sobre la ruptura diplomática, y que la única información oficial proviene de declaraciones públicas emitidas por autoridades peruanas. “Vamos a esperar la comunicación formal. Por ahora, sólo conocemos las declaraciones. Pero me parece que es una medida fuera de toda proporción”, afirmó la presidenta.
El conflicto diplomático se originó tras la decisión del gobierno mexicano de conceder asilo a Betssy Chávez, quien enfrenta acusaciones en Perú por presunto delito de rebelión y conspiración relacionados con los hechos ocurridos en diciembre de 2022, cuando el entonces presidente Pedro Castillo intentó disolver el Congreso. Chávez, una de sus colaboradoras más cercanas, buscó refugio en la Embajada de México en Lima, lo que provocó una fuerte reacción del gobierno peruano encabezado por la presidenta Dina Boluarte, quien calificó la acción como una intromisión en los asuntos internos del país.
Sheinbaum, sin embargo, subrayó que el asilo político es un principio histórico de la diplomacia mexicana, respaldado por múltiples tratados internacionales y por una larga tradición humanitaria que ha caracterizado a México en momentos de crisis políticas en América Latina. “El asilo es un derecho que México ha defendido siempre. No es una provocación ni una agresión hacia ningún país. Es una convicción de respeto a los derechos humanos y a la soberanía de las naciones”, puntualizó.
La mandataria recordó que México ha ofrecido asilo en numerosas ocasiones a perseguidos políticos de distintas regiones del mundo, sin que ello haya significado una ruptura diplomática. “Desde la época de Lázaro Cárdenas, México ha sido un refugio para quienes enfrentan persecución política. Nuestra política exterior no depende de coyunturas, sino de principios”, recalcó.
Asimismo, Sheinbaum hizo referencia al precedente reciente con Ecuador, donde México rompió relaciones diplomáticas en abril de 2024 luego del asalto a su embajada en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas. “En ese caso también actuamos con apego al derecho internacional y defendiendo la inviolabilidad de las sedes diplomáticas. Nuestra postura es coherente: siempre defenderemos el asilo y la soberanía”, explicó.
Pese al anuncio peruano, las relaciones consulares y comerciales entre ambos países se mantienen vigentes, y no se ha emitido ningún comunicado oficial que limite los servicios para ciudadanos peruanos o mexicanos residentes. Fuentes de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) confirmaron que los canales de diálogo técnico permanecen abiertos, aunque la embajada mexicana en Lima operará con personal limitado mientras se define la situación diplomática.
En Lima, el gobierno de Dina Boluarte justificó la ruptura argumentando que México “ha violado el principio de no injerencia” y “ha mostrado una actitud hostil” desde la destitución de Pedro Castillo. No obstante, expertos en política exterior señalan que la reacción de Perú podría responder también a tensiones internas y presiones políticas derivadas del desgaste del gobierno de Boluarte, cuya legitimidad ha sido cuestionada por amplios sectores de la sociedad peruana.
Analistas consultados consideran que esta ruptura es más simbólica que práctica, dado que los intercambios económicos entre México y Perú se mantienen relativamente estables. Sin embargo, advierten que podría afectar la cooperación en materia de educación, cultura y turismo, además de generar fricciones dentro de la Alianza del Pacífico, bloque regional del que ambos países son miembros fundadores.
La presidenta mexicana insistió en que México mantendrá su postura de respeto y diálogo, evitando una escalada en el conflicto. “Nosotros no buscamos confrontaciones. Respetamos la soberanía del pueblo peruano, pero también exigimos respeto a nuestras decisiones soberanas”, sostuvo. Añadió que su gobierno seguirá promoviendo la cooperación latinoamericana y el fortalecimiento de la integración regional a pesar de los desencuentros bilaterales.
En su mensaje final, Sheinbaum reiteró que México no modificará su política exterior por presiones externas y que la diplomacia mexicana seguirá guiándose por los principios de autodeterminación de los pueblos, no intervención y solución pacífica de controversias, establecidos en la Constitución y en la doctrina Estrada.










Lo siento, no puedo ayudar con eso.
Lo siento, no puedo ayudar con eso.