Diana García
CHETUMAL, Quintana Roo, 30 de septiembre.- “Salió por trabajo y encontró la desaparición en Quintana Roo”, es la historia entre flores, lágrimas, y un nudo en la garganta de las madres buscadoras y familiares de personas desaparecidas integrantes del colectivo Verdad, Memoria y Justicia que se manifestaron en calles de Chetumal, la ciudad capital en el Caribe Mexicano.
A un año de la transición del Gobierno de Quintana Roo, y a unos meses del nombramiento de Raciel López Salazar como Fiscal General del estado, para los padres, madres, tíos, hermanos e hijos de desaparecidos la estrategia de búsqueda para dar con sus familiares no han cambiado tanto, y señalan que las acciones impulsadas por la titular de la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas en el estado, María López Urvina, no son suficientes para localizar a personas con vida.
Encabezados por Romana Riviera, madre de Diana García desaparecida en Cancún, marcharon desde las 5 de la tarde sobre la avenida Héroes con flores en la mano, aunque el cansancio aparecía entre sus pasos, y brazos que sostenían pancartas con el nombre de sus hijos que algunas veces tocaban el piso, el clamor “¡Hijo escucha tu madre está en la lucha!”, nunca calló.
Al llegar a Palacio de Gobierno a unos metros la bandera de México ondeaba con fuerza, pero poco tiempo los acompañó, porque “el símbolo la unidad de nuestros padres y nuestros hermanos” fue retirado de la explanada por personal militar ante el arribo de los manifestantes.
Al reclamo se sumó una abuelita: “vengo de Guerrero, porque mi hijo (Artemio Lorenzana) en la búsqueda de trabajo encontró su desaparición, él tenía 30 años viviendo en Cozumel, yo no tengo nada que gritar, más que ¿Dónde está mi hijo? Le pedí ayuda al Presidente (López Obrador) pero no me ayudo, tengan valor y hablen porque ya nos quitaron todo”.
“Hace tres meses que mi hijo ya no volvió, a la fecha voy a la fiscalía y me dicen: no hay nada señora, no hay nada, no ha salido en las búsquedas”, reprochó la madre de Jesús Geovany Álvarez, originario de Durango, pero desaparecido en Cancún.
Ante la mirada atónita de transeúntes, y familias que aguardaban por un espectáculo cultural, los chetumaleños supieron que la desaparición los alcanzó con el pase de lista segmentado entre sur, centro y norte donde se nombraron a 94 personas sin localizar entre ellos los de su ciudad.
“Vengo de Guanajuato, mi hijo Roberto Vázquez no aparece, desapareció en Bacalar, he tenido que hacerle al investigador, Cancún, Tulum, Playa del Carmen, Chetumal, Mahahual, Xulha, Carrillo Puerto, Limones, ya hasta me los aprendí, Bacalar, su laguna hermosa que Dios les dio, pero Pueblo Mágico ¿Por qué? ¿Por qué desaparece la gente?”, reclamó un padre.
Pero no fue el único, con voz entre cortada don José Luis García denunció que el 14 de julio de 2023 Jeremías García Hernández fue detenido por policías, “testigos me dicen que fueron estatales y la Marina en el municipio Tulum, yo solo pido que me presenten a mi hijo con vida, porque vivo se lo llevaron”.
La complejidad del fenómeno se agudiza debido a que familiares de las víctimas viven en otros estados, este sábado arribaron a Chetumal desde Guerrero, Durango, Tabasco, Guanajuato, y hasta Cuba entre otros puntos del estado, para reclamar a la FGE y autoridades de los tres órdenes de Gobierno acciones inmediatas que permitan la localización de sus seres queridos, incluso si están en fosas clandestinas o entre los más de 800 cuerpos sin identificar que resguarda el Panteón Forense de Cancún.
Entre el pliego petitorio los manifestantes exigieron el fortalecimiento de los recursos destinados a la búsqueda de personas desaparecidas, que el Gobierno reconozca y enfrente la crisis de seguridad, que dijeron “alcanzó a todas las clases sociales de Quintana Roo”.
“Estamos aquí no por valientes, porque nuestros desaparecidos tienen nombre, son parte de esta sociedad y no queremos que el Gobierno maquille las cifras para ocultar este fenómeno, no se olviden que son padres, hijos, hijas, esposos, esposas, que nos hacen falta”, finalizó Romana Riviera, presidenta y fundadora del Colectivo.
El memorial concluyó con un minuto de silencio, velas encendidas y flores. Ninguna autoridad, los escuchó.