Gabriel Orozco es más que un artista, es un provocador que con cada obra desafía lo que sabemos y lo que buscamos del arte. Su obra es versátil y contúndete, todo al mismo tiempo y ahora podemos conocerla de cerca gracias a una exposición donde se exhibirán 300 piezas.
Orozco es a la vez una evocación profunda de lo cotidiano; un discurso fragmentado sobre la modernidad y el uso que le damos a los objetos y todos esos artefactos e ideas que nos rodean y una forma de comprender el presente.
Y es que Orozco es lo que cada quien quiera, para algunos es un genio que ha reinventado el concepto de la escultura y ha logrado resignificar las atmósferas, asociarlas a conceptos poco frecuentes y por ende transformarlas. Para otros Orozco es un impostor que abusa del ambiguo concepto de lo que es o lo que no es el arte.
Más allá de subjetividades, lo que sí es una certeza es que es una de los artistas más importantes de nuestro país. Un conocedor de los movimientos artísticos que ha presentado su obra en muchos países y no le es indiferente a nadie, ni a sus críticos más severos ni a una gran cantidad de expertos que celebran su irreverencia y su capacidad de transmutar.
A propósito de esto y para inspirarlos a que no se pierdan su próxima exhibición “Politécnico Nacional”, donde se podrán contemplar 330 obras del autor, entre pinturas, esculturas, instalaciones, juegos y hasta una buena colección de fotografías, hemos juntado lo más esencial de su obra.
Dicho de paso, la muestra se presentará en el Museo Jumex desde el próximo 1 de febrero y será una forma de conocer de cerca una trayectoria importante y vital, capaz de explicarnos cómo es y ha sido el arte contemporáneo en México.
¿Quién es Gabriel Orozco?
Nació un 27 de abril de 1962, en Jalapa Veracruz. Desde muy chico llegó a la CDMX donde se formó en una atmósfera intelectual, en el seno de en una familia con gran vocación por el arte, que desde siempre incentivó las discusiones políticas y filosóficas y lo acompañó en su camino al arte.
Como muchos jóvenes con talento y ganas de crear, Orozco entró en 1981 a la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM, donde aprendió a tener una voz propia y a comprometerse con su poética. Cinco años más tarde, se fue a Madrid para complementar su formación en el Círculo de Bellas Artes.
A su regreso a la capital mexicana, Gabriel Orozco fundó el Taller de los Viernes en su casa de Tlalpan. Un espacio dedicado a la creación y a la confrontación de ideas que para muchos artistas fue un refugio, una escuela y un vehículo par dar a conocer sus obras. Entre los participantes estaban Cruzvillegas, Kuri y Damián Ortega, referentes todos del movimiento contemporáneo.
Desde ese entonces, hasta nuestros días, Orozco ha ganado toda clase de galardones y ha exhibido sus piezas en los recintos más importantes del mundo como El Reina Sofía, El MoMa o el Palacio de Bellas Artes en México. Actualmente, el artista vive entre tres ciudades, la CDMX, París y Nueva York.
Cinco piezas para entender a Gabriel Orozco
Cada vez que Gabriel Orozco presenta una nueva obra, todo el mundo se prepara. Sus seguidores nunca se decepcionan, pero tampoco sus críticos. Al respecto el artista ha comentado; “si la gente quiere polemizar está bien, to sólo quiero reflexionar sobre las cosas.”
Dicho esto, aquí les dejamos algunas de sus pizas más emblemáticas. Una colección de intervenciones conceptuales que abren un espacio para repensar y estimular nuestro presente.
1.El Oroxxo
Para expresar la importancia que tienen en nuestra vida las tiendas de convención, que hay casi en cada esquina, Orozco intervino 300 productos de un Oxxo normal. Integró en los logos comunes de productos como papas, jugos leches o huevos, una serie de calcomanías con figuras geométricas circulares.
La intención era demostrar como el Oxxo se ha convertido en un lugar común del lenguaje, una enciclopedia del capitalismo.
2.Caja de Zapatos vacía
Para la Bienal de Venecia de 1993, el veracruzano colocó en el piso del recinto una simple caja de zapatos. La intención era que los visitantes pudieran reflexionar sobre el espacio. Lo que hay fuera y lo que hay dentro, lo que se llena de objetos y lo que está totalmente vacío.
3.Carta Blanca
En 1999, Gabriel presentó en la galería Portikus de Frankfurt una instalación que generó gran revuelo entre los asistentes. Se trata de una colección de latas vacías y oxidadas de la cerveza mexicana enterradas en arena.
Esta pieza, que revive el esplendor de Acapulco, nos muestra un poco de su intención poética y nuestra relación con lo cotidiano.
4. Mátrix Móvil
He aquí una escultura que se ha convertido en uno de íconos más sublimes de la CDMX. Se trata del asombroso esqueleto de una ballena suspendida en el vestíbulo de la Biblioteca José Vasconcelos. Esta pieza, la obtuvo de la Reserva de la Biosfera, el Vizcaíno en Baja California Sur.
5.Papalotes negros
Tras una intervención quirúrgica inesperada, Gabriel Orozco reflexionó sobre la muerte. En una tiendita inadvertida de Nueva York compró un cráneo humano y dibujó sobre él un tablero de ajedrez, en banco y negro.
La intención de esta pieza fue hablar sobre lo efímero de la existencia, y todos los significados que tiene en nuestra sociedad la muerte.