
l Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE) logró una convocatoria masiva al congregar a cientos de miles de jóvenes en la segunda edición de su Rodada y Carrera por la Paz y Contra las Adicciones. La actividad, que se realizó en el marco de las celebraciones de Día de Muertos, superó todas las expectativas al transformar las calles del país en una fiesta de color, tradición y activismo social. Este evento no solo fomenta la actividad física, sino que también promueve un mensaje claro de prevención y convivencia comunitaria.
La movilización nacional fue impresionante: entre el 24 y el 26 de octubre, se llevaron a cabo más de 700 eventos simultáneos a lo largo de los 32 estados de la República. El resultado fue la participación de más de 400 mil jóvenes, quienes recorrieron un total de 4,700 kilómetros. Lo destacable de esta jornada es que la participación fue incluyente y familiar, pues los jóvenes estuvieron acompañados por sus parientes, amigos e incluso sus mascotas, demostrando que la paz se construye en comunidad.
🇲🇽 Uniendo Tradición y Prevención: La Rodada Joven
Esta gran congregación forma parte de la Estrategia Nacional “Por la Paz y Contra las Adicciones”, un esfuerzo coordinado por varias instituciones clave del Gobierno de México. El IMJUVE trabajó de la mano con la Secretaría del Trabajo, la Secretaría de Educación Pública y la CONADE, además de organismos educativos importantes como el IPN, el CONALEP y el Tecnológico Nacional de México (TecNM). Esta alianza interinstitucional fue fundamental para asegurar la logística y la amplitud de los eventos en todo el territorio nacional.
El objetivo central de la iniciativa es claro, según explicó el Director General del IMJUVE, Abraham Carro Toledo: «que las juventudes se apropien del espacio público y celebren nuestras tradiciones de manera saludable». Al fomentar la actividad física y la integración familiar, la rodada se convierte en una herramienta poderosa para promover la cultura de paz. Los jóvenes demostraron un compromiso notable con su entorno y sus tradiciones, asistiendo con disfraces alusivos al Día de Muertos.
La inclusión fue un pilar de la jornada. La convocatoria fue completamente gratuita y abierta a todos, sin importar cómo se movilizaran. Participaron personas en bicicleta, patines, patinetas, corriendo, o incluso utilizando carriolas y sillas de ruedas. Esta flexibilidad permitió que nadie quedara excluido de este movimiento que busca irradiar bienestar, unión y esperanza a toda la sociedad mexicana. Fue una demostración vibrante de que todos, sin excepción, son parte de la construcción de un entorno más seguro.
El mensaje final de la Rodada Joven resonó con fuerza en las calles del país: la paz no es un concepto estático, sino que se construye a través del movimiento, la empatía y el orgullo por las raíces culturales de México. Al llenar los espacios públicos de color, música y alegría con la temática de Día de Muertos, los jóvenes mexicanos se posicionaron como el verdadero motor de la transformación social, reafirmando su compromiso con un futuro libre de adicciones y violencia.









<
