
Dos aeronaves de Delta Air Lines estuvieron involucradas en una colisión de aviones a baja velocidad en el Aeropuerto LaGuardia, Nueva York. El incidente ocurrió mientras los aviones se movían en tierra, un momento crítico aunque no tan publicitado como las fases de vuelo. A pesar de que los choques en pista suelen ser menos severos que en el aire, este tipo de percances resalta la importancia de la vigilancia constante y los rigurosos protocolos de seguridad que deben seguirse en una zona de alta congestión como un aeropuerto principal.
El percance sucedió cuando el fuselaje del vuelo 5047 impactó contra el ala del vuelo 5155. Ambos vuelos de Delta se desplazaban a baja velocidad en la plataforma de maniobras, lo que ayudó a que el daño se limitara principalmente a la estructura de las aeronaves y no se tradujera en una tragedia mayor. La naturaleza del impacto, un roce lateral, subraya la necesidad de mantener distancias de seguridad adecuadas y de una coordinación impecable por parte del personal de tierra y los controladores aéreos, así como de las tripulaciones.
Un Balance Positivo a Pesar del Incidente


Afortunadamente, el saldo del accidente fue mínimo en cuanto a lesiones personales. De las 93 personas a bordo de ambos aviones (tripulación y pasajeros), solamente una integrante de la tripulación resultó herida. Este dato es notablemente positivo, considerando la fuerza de un impacto entre estructuras de aeronaves, incluso a baja velocidad. La rápida respuesta y los procedimientos de emergencia aplicados en la terminal aérea fueron cruciales para asegurar la integridad de casi la totalidad de los POB (personas a bordo).
La colisión aérea en tierra ha puesto en marcha las investigaciones pertinentes para determinar las causas exactas del incidente. Las autoridades aeronáuticas revisarán los procedimientos seguidos por los pilotos y el control de tráfico aéreo en la zona de movimiento. Es fundamental esclarecer si el error fue humano (falta de atención o cálculo) o si hubo fallas en la comunicación o en la señalización del aeropuerto. Estos análisis son esenciales para evitar futuras colisiones aéreas en aeropuertos de alta demanda.
La Seguridad en Tierra, Clave Olvidada
Más allá del incidente puntual, la aviación moderna pone un gran énfasis en los Sistemas de Gestión de Seguridad (SMS) que cubren todas las fases de la operación, incluyendo el movimiento en tierra. Las colisiones de aeronaves en pista, o «incursiones en pista» como se les conoce técnicamente, son un foco de atención constante para organismos como la FAA (Administración Federal de Aviación) y la EASA (Agencia Europea de Seguridad Aérea). Estos organismos han implementado tecnologías y protocolos de ayuda, como el radar de superficie del aeropuerto (ASDE) y la vigilancia dependiente automática por difusión (ADS-B), que permiten al control de tráfico aéreo tener una imagen más clara y precisa del movimiento de los aviones y vehículos terrestres, disminuyendo el riesgo de percances como el ocurrido en LaGuardia.