
GINEBRA (AP).— La temporada de Pascua en Suiza es usualmente festiva, pero el ambiente ahora en su famoso sector chocolatero se ha vuelto agridulce gracias a los altos precios del cacao y los nuevos aranceles que Estados Unidos impuso sobre las importaciones.
Muchos suizos, desde el gobierno hasta chocolateros, relojeros y otros negocios, están sintiendo “un shock” por las restricciones estadounidenses, pero muchos también están adoptando la postura de esperar y ver.
Aranceles de Trump golpean al chocolate suizo
En el festival de chocolate Festichoc, en Ginebra, los aranceles anunciados la semana pasada por la administración Trump estaban en la mente de muchos, aunque poco parecían agriar el ánimo sobre los dulces más famosos de Suiza.
Julie Jammes, gerente de marketing de Canonica, un chocolatero de Ginebra con tres tiendas en San Francisco, declaró que su empresa aún no ha tomado ninguna decisión sobre qué acciones podrían tomarse.
“Estamos esperando un poco más, pero claramente es un shock para nosotros”, expresó Jammes.
Eso coincide con el enfoque general de Suiza: a pesar de los fuertes aranceles del 31% impuestos por Estados Unidos a los productos suizos — mucho más que el 20% que enfrentan las exportaciones de la Unión Europea — el gobierno en Berna está adoptando un enfoque cauteloso por ahora.
Pero ha advertido sobre el impacto en industrias suizas cruciales como relojes y chocolate.
“Un aumento en las tensiones comerciales no está en los intereses de Suiza.
Las contramedidas hacia los aumentos arancelarios de Estados Unidos implicarían costos para la economía suiza, en particular al encarecer las importaciones desde Estados Unidos”.
Así indicó el gobierno la semana pasada, agregando que el Poder Ejecutivo “por lo tanto, no planea imponer contramedidas en este momento”.
Estados Unidos es el segundo socio comercial más grande de Suiza después de la UE, un bloque de 27 países que casi rodea al rico país alpino de más de nueve millones de habitantes.
Además, el comercio de bienes y servicios entre EE.UU. y Suiza se ha cuadruplicado en las últimas dos décadas.
El ambiente se mantuvo animado en Festichoc, donde los compradores entusiastas mordisqueaban cuadrados de chocolate y admiraban esculturas de conejos y huevos de Pascua de chocolate en la reunión anual en la localidad de Versoix.
Guerra de aranceles, tema complicado
Jammes, de Canonica, expresó su esperanza de que la “clientela leal” en Estados Unidos se mantenga fiel, pero sostuvo: “Me pongo en los zapatos del consumidor”, y que dice que un apretón en el bolsillo podría disuadir a muchos compradores.
“No veo por qué pagaría 45 dólares mañana por una caja (de chocolates) que pagaría 30 hoy”, afirmó el sábado pasado.
“Sigue siendo un tema muy complicado”, aseguró en entrevista.
La asociación chocolatera suiza Chocosuisse ha expresado su decepción por los aranceles, aunque todavía puede contar con el mercado interno: los suizos están entre los mayores consumidores de chocolate del mundo, devorando más de 10 kilogramos (22 libras) al año.
Es una pena que los chocolates suizos, que son tan buenos, estén sufriendo por estos aranceles. Al final, somos los consumidores los que pagamos el precio más alto. Ojalá se encuentren soluciones que no afecten tanto a los productores ni a los amantes del chocolate. ¡No queremos perder esa delicia!