
El Ejército Popular de Liberación de China llevó a cabo este martes ejercicios militares con fuego real de largo alcance en las aguas al norte y sur de Taiwán, como parte de las maniobras denominadas “Misión Justicia 2025”, en una demostración de fuerza que ha elevado la tensión en el estrecho.
De acuerdo con el Comando del Teatro Oriental del ejército chino, en los ejercicios participaron de manera conjunta fuerzas terrestres, aéreas, navales y de misiles, incluyendo destructores, fragatas, cazas y bombarderos. Las maniobras incluyeron simulacros de ataque, asalto a objetivos marítimos, operaciones antiaéreas y antisubmarinas, así como tareas de identificación, verificación, alerta y expulsión de fuerzas adversarias.
En un comunicado oficial, el comando destacó que los ejercicios pusieron a prueba la capacidad de coordinación aire-mar, además del bloqueo y control integrados en zonas estratégicas alrededor de la isla.
El portavoz militar chino, Shi Yi, afirmó que las maniobras constituyen “una severa advertencia para las fuerzas separatistas que buscan la independencia de Taiwán y promueven la injerencia externa”, y subrayó que se trata de “una medida legítima y necesaria para salvaguardar la soberanía y la unidad nacional de China”.
Según explicó, los ejercicios se centran en patrullas de preparación para el combate, la obtención de superioridad conjunta, el bloqueo de puertos y zonas clave, así como en una estrategia de disuasión multidimensional en la región.
Por su parte, el Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán informó de un notable incremento en la actividad militar china en torno a la isla. Las autoridades taiwanesas señalaron que detectaron 130 aeronaves militares, 14 buques de guerra y ocho embarcaciones adicionales operando en el espacio aéreo y las aguas cercanas. Según el informe, 90 aeronaves cruzaron la línea media del estrecho de Taiwán, ingresando en las zonas de identificación de defensa aérea del norte, centro, suroeste y este de la isla.
Estas maniobras se producen tras la reciente aprobación por parte de Estados Unidos de un paquete de armas para Taiwán valorado en más de 11.000 millones de dólares, decisión que Pekín considera una violación de su soberanía y de la integridad territorial china, y frente a la cual ha prometido una respuesta “firme y contundente”.






