
18 de Diciembre del 2025.- China ha dado un paso histórico en su carrera por la independencia tecnológica al construir un prototipo de máquina de litografía de ultravioleta extremo (EUV). Este avance ocurrió en un laboratorio de máxima seguridad ubicado en la ciudad de Shenzhen a principios de este año 2025. El equipo es fundamental para producir los procesadores de inteligencia artificial que alimentan desde teléfonos inteligentes hasta sistemas de armamento moderno. Con este logro, Pekín busca romper el monopolio que Occidente ha mantenido sobre esta tecnología crítica durante décadas.
El desarrollo de este prototipo ha sido comparado por expertos con el famoso ‘Proyecto Manhattan’ debido a su enorme escala, el alto nivel de secreto y su importancia estratégica para el país. En este esfuerzo participan miles de ingenieros y múltiples centros de investigación bajo la coordinación de la empresa Huawei. El objetivo final es claro: crear circuitos integrados para IA utilizando exclusivamente herramientas y conocimientos desarrollados dentro de las fronteras chinas, sin depender de proveedores extranjeros.
El reto de la litografía ultravioleta
La máquina desarrollada es de una complejidad asombrosa, ocupando casi una planta industrial entera para funcionar correctamente. Según informes recientes, exingenieros de la empresa neerlandesa ASML han sido piezas clave para replicar los sistemas de luz que graban circuitos microscópicos. Aunque el prototipo ya logra generar la luz ultravioleta necesaria, todavía se encuentra en una fase intensiva de pruebas. Esto significa que aún no se han fabricado semiconductores de IA que puedan ser instalados en dispositivos comerciales de manera inmediata.
El gobierno chino se ha fijado como meta oficial tener estos componentes funcionando plenamente para el año 2028, aunque los analistas sugieren que el 2030 es una fecha más realista. A pesar de esta espera, el progreso es mucho más rápido de lo que las potencias occidentales habían previsto originalmente. Lograr la producción masiva de microchips de IA permitiría a China saltarse las restricciones comerciales impuestas por Estados Unidos y sus aliados, las cuales buscan frenar su avance tecnológico.
Independencia tecnológica frente a Occidente
Este proyecto representa una respuesta directa a las sanciones internacionales que han limitado el acceso de China a herramientas de fabricación avanzadas desde 2018. Al dominar la litografía EUV, el país asiático dejaría de ser vulnerable a los bloqueos de suministros externos que afectan su economía. La capacidad de producir sus propios chips para sistemas de IA es vista como una cuestión de seguridad nacional y orgullo patriótico por parte de las autoridades de Pekín.






