
19 de Noviembre del 2025.- El gobierno de China ha emitido una advertencia muy clara este martes asegurando que no va a permitir bajo ninguna circunstancia que vuelva a surgir el militarismo japonés en la región asiática. A través de una conferencia de prensa oficial, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning, enfatizó la importancia de proteger el orden internacional que se estableció después de la Segunda Guerra Mundial para garantizar la seguridad global. La funcionaria recalcó que mantener la paz y la estabilidad en todo el mundo es una prioridad absoluta y que cualquier intento de romper con los acuerdos históricos será vigilado y confrontado por su nación.
Mao Ning hizo un llamado a la memoria histórica, insistiendo en que las lecciones aprendidas del pasado no pueden ser olvidadas, distorsionadas ni borradas ochenta años después del conflicto. La vocera fue contundente al señalar que el militarismo japonés es un camino peligroso que no debe volver a transitarse, haciendo referencia directa a propuestas recientes de funcionarios de Tokio. Estas propuestas polémicas incluyen la revisión de los rangos dentro de las Fuerzas de Autodefensa, buscando traer de vuelta antiguos títulos militares como el de «Taisa», equivalente a coronel, lo cual ha encendido las alarmas en los países vecinos.
Desde Pekín se recordó con firmeza que existen tratados internacionales vigentes, como la Proclamación de Potsdam, que prohibieron explícitamente a Tokio volver a armarse con fines bélicos. Además, se hizo hincapié en que la propia Constitución de ese país consagra el pacifismo como norma suprema y establece una política de defensa que debería ser exclusivamente para protección. Debido al historial de agresiones y dominio colonial que caracterizó al militarismo japonés en el siglo pasado, tanto China como otros países de Asia mantienen una vigilancia estricta sobre cualquier movimiento de seguridad que realice su vecino.
Cambios drásticos en seguridad
A pesar de las restricciones históricas conocidas, el gobierno chino ha expresado su profunda preocupación por los cambios recientes en la estrategia de defensa de Tokio en los últimos años. Resulta alarmante para la región que se estén realizando ajustes drásticos en las políticas de seguridad, los cuales incluyen un aumento constante del presupuesto militar año tras año. Además de gastar más dinero en defensa, se han flexibilizado las normas para permitir la exportación de armas y se busca activamente el desarrollo de armamento con capacidad ofensiva, alejándose notablemente de su postura tradicional.
Otro punto crítico señalado por la vocera es la intención de abandonar los tres principios no nucleares que el país había mantenido durante décadas como garantía de paz y estabilidad. Según las declaraciones oficiales, existen fuerzas de extrema derecha que están intentando por todos los medios posibles evadir las restricciones de su Constitución pacifista. El objetivo de estos grupos políticos sería profundizar el rearme y revivir el militarismo japonés, lo cual representa un desafío directo al equilibrio de poder que se ha mantenido en la zona desde el fin de la gran guerra.
Tensiones por el caso de Taiwán
Este intercambio de declaraciones fuertes ocurre en un momento de creciente tensión diplomática entre ambas potencias asiáticas por temas territoriales sensibles. La situación se agravó después de que la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, afirmara públicamente que Tokio tomaría medidas si China decidiera desplegar fuerzas militares en Taiwán. Estas palabras han sido interpretadas en Pekín como una intromisión inaceptable en sus asuntos internos y una señal de que el militarismo japonés busca expandir su influencia más allá de sus fronteras naturales.







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