
El 2 de octubre tiene un significado especial para Thalía, pues coincide con el cumpleaños de su madre, Yolanda Miranda, quien falleció en 2011. En esa fecha, la cantante recurrió a su cuenta de Instagram para rendir homenaje y compartir con el mundo su cariño eterno. La publicación incluyó una fotografía inédita de ambas y también imágenes generadas mediante inteligencia artificial (IA), recurso que utilizó para “verse de nuevo junto a su mamá”.
Desde muy temprano, Thalía compartió un mensaje emotivo que decía: “Cada 2 de octubre siempre celebraré el cumpleaños de la mujer más maravillosa que he conocido en este planeta: mi madre”. Acompañó ese texto con una fotografía de su infancia y expresó que, aunque ella ya no esté físicamente en este mundo, seguirá festejando con alegría y en su corazón. La publicación superó los 30 000 “me gusta” y recibió el cariño de familiares, como su sobrina Marina Sodi.
En su post, Thalía relató cómo hubiera querido pasar ese día especial: “comernos un buen trozo de pastel y escuchar Las Mañanitas de Pedro Infante”. Agregó que su deseo es celebrar “hasta donde te encuentres de regreso a casa, que es con nuestro Dios amado”. Con esas palabras, mostró que su vínculo con su madre trasciende lo terrenal y pone en valor la memoria y el legado emocional.
Un homenaje con IA que emociona
El uso de la inteligencia artificial tomó protagonismo en esta ocasión. Thalía incluyó imágenes recreadas por IA que la muestran junto a su madre, algo que “emocionó a la cantante”, según el portal ¡HOLA! Esta herramienta, cada vez más usada para rescatar recuerdos visuales de seres amados, suma un matiz contemporáneo al homenaje, permitiendo que la figura de Yolanda vuelva a cobrarse presencia en redes sociales.
Este gesto —mezcla de nostalgia, tecnología y amor filial— genera reflexiones sobre la manera en que celebramos a quienes ya no están. Más allá de la emotividad personal, muestra cómo las tecnologías actuales habilitan nuevas formas de memoria y presencia simbólica. En un mundo donde las redes sociales tienen fuerte impacto emocional, ese tipo de tributos digitales pueden abrir conversaciones sobre duelo, recuerdo y conexión.
Desde una perspectiva crítica, cabe preguntarse: ¿hasta qué punto estas recreaciones por IA refuerzan el lazo o lo idealizan? Y también: ¿qué implicaciones éticas tienen al reconstruir imágenes de quienes ya no pueden dar su consentimiento? Aunque no se puede responder de forma absoluta, el gesto de Thalía invita a reflexionar sobre el uso responsable de esas herramientas y su poder afectivo.