
Desde que la maternidad llegó a la vida de Cazzu, su enfoque y sus prioridades cambiaron por completo. En una entrevista concedida a Marie Claire Colombia, la artista argentina confesó que su hija Inti podría enfrentar retos especiales derivados de crecer siendo “la hija de” dos figuras públicas. Más allá de la fama, Cazzu prioriza valores como la humildad, el respeto y la autenticidad por encima de apariencias o expectativas ajenas.
Desafíos en el ojo público
Cazzu sabe que su pequeña estará ya desde muy joven bajo el escrutinio social. Ser reconocida como la hija de estrellas trae ventajas, sí, pero también exige una carga extra: comparaciones, juicios y un ideal que podría no corresponder a su identidad. La cantante admite: “no quiero anticiparme, pero ese camino se irá construyendo poco a poco”. Y es que no basta con ser famosa, sino con mantenerse firme ante la presión.
Ella desea que Inti se construya desde el interior, no desde la fama. Que valga más por su carácter que por apellidos, que camine con libertad sin dejar de nutrirse de raíces. Cazzu afirma con convicción que la prioridad no es que su hija sea reconocida, sino que sea una persona íntegra, que sea quien ella quiera ser, pero sin caer en injusticias ni perder de vista los afectos.
La música como refugio y espejo
El retiro temporal que hizo Cazzu para asumir su rol materno le permitió reconectarse consigo misma. 2025 ha sido un año definitorio: lanzó un nuevo álbum, incursionó en el cine y exploró una faceta más íntima de su arte. Esa transformación artística va de la mano con su maternidad, y ella apunta a que su hija pueda ver en la música —o el arte que ella elija— un espejo, no una presión ni un camino impuesto.
Lo que quizás poca gente sabe —y que aporta valor extra a esta historia— es que hace unos años, varios estudios en psicología infantil han alertado que hijos de celebridades enfrentan riesgos particulares en cuanto a su identidad y autoestima. En contextos extremos, pueden crecer con la sensación de que siempre serán vistos como “secundarios” frente a los padres famosos. Esa realidad no la desconoce Cazzu, y por eso insiste en cultivar seguridad emocional desde casa.
Desde casa, Cazzu observa las primeras señales de carácter de su hija: “ella no se deja convencer tan fácilmente”, cuenta entre risas. Esa personalidad fuerte no la asusta, la fortalece: representa una semilla de autonomía. Ser madre de alguien con convicciones propias es el desafío mayor, pero también la gran recompensa.