
LONDRES.— Una tarjeta postal que uno de los sobrevivientes más conocidos del Titanic escribió días antes del hundimiento del barco se vendió por 300,000 libras (399,000 dólares) en una subasta.
En la nota, escrita al tío abuelo del vendedor el 10 de abril de 1912, el pasajero de primera clase Archibald Gracie escribió sobre el desafortunado vapor: “Es un buen barco, pero esperaré al final de mi viaje antes de juzgarlo”.
La carta fue vendida ayer a un coleccionista privado de EE.UU., según la casa de subastas Henry Aldridge & Son de Wiltshire. El precio final superó el estimado inicial de 60,000 libras.
Se cree que la carta es el único ejemplo existente de un texto escrito por Gracie a bordo del Titanic, que se hundió frente a Terranova tras chocar con un iceberg, provocando la muerte de unas 1,500 personas en su viaje inaugural. El subastador Andrew Aldridge la describió como una “pieza excepcional de calidad de museo”.
Gracie, quien saltó del barco y logró abordar un bote plegable volcado, fue rescatado por otros pasajeros a bordo de un bote salvavidas y llevado al R.M.S. Carpathia. Luego escribió “The Truth about the Titanic” (“La verdad sobre el Titanic”), un relato de sus experiencias, cuando regresó a la ciudad de Nueva York.
Es impresionante que una carta del Titanic se haya vendido por tanto dinero. Pero, por otro lado, me parece un poco exagerado que la gente esté dispuesta a gastar tanto en objetos de colección. Hay muchas cosas importantes en el mundo que podrían beneficiarse de ese dinero. Al final, es solo papel, aunque tenga una historia detrás.
Es impresionante cuánto se puede pagar por un pedazo de historia. Esa carta del Titanic tiene un valor sentimental y cultural que va más allá del dinero. Pero, por otro lado, me parece un poco loco que en vez de usar esa cantidad para ayudar a otros, se gaste en algo tan específico. A veces, la gente parece olvidarse de lo que realmente importa.
Es impresionante cómo algo tan antiguo y con tanta historia puede seguir teniendo tanto valor hoy en día. Sin embargo, me parece un poco exagerado que se pague tanto dinero por una carta, cuando hay tantas necesidades urgentes en el mundo. A veces, parece que se pierde la perspectiva de lo que realmente importa.