
La carestía continúa golpeando el bolsillo de las familias mexicanas, aun con el incremento del 13% al salario mínimo anunciado para 2026. El líder nacional de la CROC, Isaías González Cuevas, calificó el ajuste como positivo, pero claramente insuficiente frente al costo real de la canasta básica, que alcanza los 2 mil 400 pesos según estimaciones sindicales. Señaló que, aunque el aumento ayuda, no soluciona el rezago que arrastran los trabajadores desde hace varios años. Recordó que el salario mínimo solo es una referencia inicial que no refleja las condiciones laborales de sectores completos.
El dirigente también advirtió que las micro y pequeñas empresas podrían resentir la combinación de nuevas obligaciones si estas se aplican de manera simultánea. Sobre la propuesta de ampliar el aguinaldo a 30 días, González Cuevas indicó que se trata de un beneficio significativo, pero que requiere análisis profundo para evitar impactos negativos. Explicó que, aunque algunos contratos colectivos ya ofrecen aguinaldos de entre 20 y 25 días, la realidad es que la mayoría de los trabajadores aún está lejos de alcanzar ese nivel de prestaciones. Insistió en que cualquier cambio debe darse de forma progresiva para no afectar empleos.
Reforma laboral y reducción de jornada
En cuanto a la reducción de la jornada laboral, González Cuevas recordó que la transición hacia una semana de 40 horas ya había sido aprobada con anterioridad, pero se detuvo por desacuerdos legislativos. Ahora, señaló, el nuevo calendario prevé una aplicación gradual entre 2027 y 2030, lo que permitirá a los centros de trabajo adaptarse poco a poco al nuevo modelo. Afirmó que el avance es un logro importante para los trabajadores, quienes tendrán más tiempo personal sin sacrificar sus ingresos. Sin embargo, subrayó que los sindicatos deberán permanecer atentos para garantizar que se cumplan los plazos.
El líder sindical reiteró la importancia de revisar el ingreso real de las familias, destacando que el simple aumento al salario mínimo no resolverá el efecto acumulado de la carestía. “Se debe mejorar el ingreso real de las familias trabajadoras”, dijo en entrevista. Afirmó que los próximos meses serán clave para evaluar cómo las nuevas medidas impactarán en los contratos colectivos, especialmente en sectores donde las propinas y las prestaciones juegan un papel esencial. Señaló que la actualización de estos acuerdos será determinante para fortalecer la estabilidad laboral.
Propinas se mantienen libres de impuestos
González Cuevas celebró la confirmación de que no habrá impuestos a las propinas, una medida que beneficia a miles de trabajadores del sector turístico y de servicios. Recordó que el artículo 350 establece con claridad que estos ingresos pertenecen exclusivamente a quienes los generan. Indicó que esta precisión es clave para proteger a camareros, meseros, bartenders y trabajadores hoteleros que dependen en gran medida de las propinas para completar su ingreso mensual. Añadió que la claridad legal también evita conflictos entre empleadores y empleados.
Especialistas en economía laboral coinciden en que el aumento del salario mínimo, aunque positivo, sigue sin empatar con el crecimiento de los precios en México. Informes recientes muestran que los alimentos, el transporte y servicios básicos han registrado incrementos superiores a los ajustes salariales en los últimos tres años. Además, regiones turísticas como Quintana Roo presentan un costo de vida más alto que el promedio nacional, lo que agrava la presión económica de los trabajadores. Este panorama confirma la urgencia de políticas integrales que aborden no solo salarios, sino también control de precios y fortalecimiento del empleo formal.








