
13 DE JUNIO-Las tensiones entre #Irán e #Israel alcanzaron un punto crítico recientemente, cuando el ejército israelí lanzó ataques contra instalaciones nucleares y otros objetivos militares en territorio iraní. La operación provocó la muerte de Hossein Salami, comandante de la Guardia Revolucionaria Islámica, y desató una respuesta inmediata con el envío de 100 drones desde Teherán. Esta ofensiva se da en un momento en que la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) declaró que Irán incumple sus obligaciones de no proliferación nuclear, incrementando la preocupación internacional.
Mientras Irán asegura que sus actividades nucleares son pacíficas, Israel considera una amenaza existencial la posibilidad de que Irán obtenga armas nucleares. El primer ministro Benjamin Netanyahu ha defendido durante años un enfoque militar más que diplomático para enfrentar esta amenaza. Pero en este nuevo escenario, surge la pregunta: ¿qué país tiene realmente la ventaja militar?

Diferencias en presupuesto y tecnología militar
Según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), Israel gasta más del doble en defensa que Irán, con aproximadamente 19 mil millones de dólares en comparación con los 7,400 millones de Irán en 2022 y 2023. Esto se traduce en un mayor presupuesto relativo al Producto Interno Bruto de Israel, lo que le permite mantener una fuerza militar más avanzada y tecnológicamente superior.
En cuanto a la aviación militar, Israel posee unos 340 aviones de combate, incluidos los sofisticados F-35 furtivos y F-15 de largo alcance. Por su parte, Irán cuenta con alrededor de 320 aviones, muchos de ellos más antiguos, y con dificultades para mantener operativos algunos modelos debido a la falta de repuestos. Esta diferencia tecnológica otorga a Israel una clara ventaja en ataques aéreos de precisión.

Defensa antimisiles y capacidad ofensiva
La defensa de Israel se sostiene en sistemas avanzados como la Cúpula de Hierro y el sistema Flecha, que protegen al país de ataques de misiles y drones con gran efectividad. Expertos como el ingeniero Uzi Rubin destacan la precisión y especialización de estos sistemas, que han neutralizado la mayoría de los proyectiles lanzados contra Israel en conflictos recientes.
Irán, por su parte, posee el programa de misiles más grande y diverso de Medio Oriente, con más de 3,000 misiles balísticos, y ha desarrollado una variedad de drones de corto y largo alcance. Estos misiles constituyen su principal método para atacar a Israel, ubicado a más de 2,100 kilómetros de distancia, y se han utilizado en conflictos indirectos a través de grupos aliados en la región.

Fuerzas navales y ciberataques
En el ámbito naval, Irán cuenta con una armada considerablemente más numerosa, con alrededor de 220 barcos, mientras que Israel mantiene cerca de 60. Sin embargo, en ciberseguridad, Israel está mejor preparado tecnológicamente, aunque ha sufrido una intensificación de ataques cibernéticos, muchos vinculados a grupos aliados de Irán como Hezbolá y Hamás.
Irán, con un sistema de defensa menos avanzado en el área cibernética, también ha experimentado ataques que han afectado infraestructuras críticas, como gasolineras, lo que revela la vulnerabilidad de ambos países en esta nueva dimensión del conflicto.
Factores geográficos y demográficos
Geográficamente, Irán es un país mucho más extenso y con una población cercana a 89 millones, casi diez veces la población de Israel, que ronda los 10 millones. Además, Irán tiene seis veces más soldados activos, con aproximadamente 600,000 en servicio, frente a los 170,000 de Israel. Esta diferencia numérica podría influir en un conflicto prolongado, aunque la superioridad tecnológica israelí puede equilibrar esta ventaja demográfica.
Ambos países cuentan con capacidades significativas, pero la incertidumbre sobre detalles clasificados impide una evaluación definitiva. La confrontación indirecta a través de aliados y la constante amenaza nuclear hacen que esta rivalidad siga siendo uno de los puntos más calientes del Medio Oriente.

La verdad es que es bueno ver que se están tomando medidas para mejorar la situación. Sin embargo, a veces siento que se quedan cortos y no hacen lo suficiente. Es como si hicieran un esfuerzo, pero no se ve un cambio real.
Me parece bien que se hable de este tema, pero a veces siento que no se dan suficientes soluciones concretas. Solo se habla y se habla, pero no se ve un cambio real.