
El Departamento de Transporte de Estados Unidos informó que en los últimos dos meses más de 3 mil camioneros en Texas fueron retirados de sus funciones tras reprobar los exámenes obligatorios de inglés para operar vehículos de carga comercial. Esta medida busca reforzar la seguridad vial en las carreteras, al considerar que el idioma es clave para entender señalizaciones, instrucciones y protocolos de emergencia.
De acuerdo con las autoridades, los conductores fueron sometidos a una evaluación estandarizada que incluye comprensión lectora, instrucciones verbales y situaciones prácticas de manejo. Sin embargo, una gran parte de los choferes no alcanzó el nivel mínimo requerido, lo que automáticamente implicó la suspensión de sus licencias comerciales.
Impacto en el transporte de Texas

El retiro masivo de más de 3 mil camioneros en Texas ha comenzado a generar repercusiones en el sector del transporte. Empresarios del gremio han señalado que la medida podría provocar retrasos en entregas de mercancías y afectar cadenas de suministro en una de las regiones con mayor movimiento de carga del país. Texas, por su ubicación fronteriza con México, es uno de los principales puntos logísticos para el comercio internacional.
Sindicatos y asociaciones de transportistas han expresado preocupación, argumentando que muchos de los afectados son migrantes con años de experiencia en carretera, pero con dificultades para dominar el idioma inglés. Para ellos, el requisito, aunque legal, representa una barrera laboral que podría incrementar la escasez de conductores que ya enfrenta el país.
Examen y medidas de capacitación

El examen de inglés forma parte de los lineamientos federales que exigen que todo conductor comercial pueda comunicarse efectivamente en el idioma. Esto incluye leer señales, completar reportes, atender inspecciones y comunicarse en emergencias. Sin embargo, expertos advierten que la implementación estricta, sin ofrecer programas de capacitación previos, limita las oportunidades de miles de trabajadores.
Autoridades educativas y organizaciones comunitarias en Texas ya han comenzado a ofrecer cursos acelerados de inglés para conductores, con el objetivo de que puedan volver a presentar el examen y recuperar sus licencias. Estas iniciativas buscan equilibrar la necesidad de seguridad vial con la inclusión laboral de un sector clave para la economía del estado.