Aunque en el 2024 parezca difícil de creer, la Colonia Roma fue percibida como una zona fea, vieja, peligrosa y abandonada. A partir del 2000, experimentó una transformación urbana que la convirtió en un barrio vibrante y cotizado. Figuras como Camilo Lara y el IMS revalorizaron la identidad de la Roma a través de la música y proyectos culturales, posicionándola como un espacio de vanguardia artística.
Aunque en el 2024 parezca difícil de creer, hubo un momento en la historia contemporánea de nuestro país, en el que la cumbia era asociada a la pobreza, a la falta de educación y a un sin fin de estereotipos negativos.
Hoy en día, la Colonia Roma se convirtió en el corazón económico, creativo y social de la Ciudad de México, al mismo tiempo en el que la cumbia evolucionó en una expresión cultural que celebra la diversidad, el orgullo y la identidad de millones de personas.
Es precisamente en el corazón de la Colonia Roma, en medio de fruterías, cerrajerías, ferreterías y otros negocios, se encuentra Soy Sauce, el estudio -creado por Camilo Lara- que pocos conocen por su nombre, pero que ha visto nacer discos, canciones y artistas que millones de personas han escuchado, disfrutado y ¿por qué no? hasta bailado.
“Creo que todo lo que he hecho tiene que ver con de dónde soy, quién soy, dónde he vivido, qué personas hay. ¿Por qué? Porque soy quien soy a través de donde vivo”.
Son las palabras de Camilo Lara, cuando le pregunto ¿cómo funciona su cerebro, o cómo ha conectado ritmos, géneros, artistas y canciones que a simple vista pudieran parecer opuestos?
Camilo Lara es pionero en la creación de un sonido único que mezcla sampleos de cumbia clásica con beats electrónicos y otros elementos contemporáneos, y a veinte años de distancia, repasamos el trabajo y evolución del Instituto Mexicano del Sonido y su contribución para revitalizar la cumbia y popularizarla entre un público más amplio.
“Empecé coleccionando discos y empecé a samplear porque decía ‘es que la gente tiene que oír esto que ha estado abandonado’, y lo voy a hacer. Y empezó como un ejercicio que no necesariamente lo pensaba como algo musical, era más bien como collage y así”.
“Así fue como encontré mi lugar en la vida. En eso descubrí la cumbia, el cha cha chá, el danzón, el mambo y algunas cosas, a través de explorarlas y de trabajarlas. Empecé a pincharlas en los primeros raves y me tiraban botellas de agua, ni siquiera alcohol, porque ni siquiera tomaban alcohol. Verdaderamente a mí me gusta la cumbia; -el género- tuvo que vivir muchos años de picar piedra para que hoy fuera una realidad y tal vez decir eso hoy en día suena como absurdo de la cumbia, como algo marginal, pero era marginal”.
Aunque parece que fue ayer, el cambio de milenio y la efervescencia de una nueva escena independiente de nuestro país, ocurrieron hace más de veinte años.
Los mayores -como yo- recordarán con nostalgia espacios como el Pasagüero o el Pasaje América, lugares que significaron un florecimiento significativo en el panorama musical; atmósferas para conectar con amigos, con bandas, actos e ideas. Pienso en nombres como Chikita Violenta, Rey Pila, Le Baron, los Wookies, Austin TV, la época dorada de Noiselab y la consolidación de Zoé.
En medio de esa baraja, se encontraba el Instituto Mexicano del Sonido, un laboratorio creativo donde la cumbia, el mariachi, el danzón y otros ritmos folclóricos se entrelazan con beats electrónicos, hip-hop, y sampleos que abarcan los sonidos distintivos de la CDMX, algunos textos de Juan Rulfo recitados por el propio Juan Rulfo, posturas políticas y reflexiones sociales, como como ‘México’ y el ‘Micrófono’.
El lenguaje como herramienta creativa
Camilo Lara y el Instituto Mexicano del Sonido demuestran que la música, va más allá del ritmo y una parte que nos define es sin lugar a dudas el lenguaje y el uso que le damos para comunicarnos y relacionarnos, en donde hasta el silencio tiene una repercusión, como lo deja ver “Escribeme Pronto”.
Pero ¿cómo es que el lenguaje se vuelve una herramienta creativa al momento de hacer música
“Originalmente mi plan maestro de vida era estudiar literatura y dedicarme a escribir. De los 14 a los 18 años publiqué en revistas, toda clase de revistas de música, en Reforma tenía una columna semanal. En fin, como que mi vida iba enfocada a ser escritor. No pasó… por suerte porque tal vez no era el mejor escritor, pero sí me ayudó a entender que luego, cuando empecé a hacer música, una letra inteligente ayuda mucho a una canción y siempre traté de tener una combinación en que mi música tuviera un poco de protesta en un lado, o que tuviera algo que pudiera decir, y que no solamente fuera música de baile”.
“Me encanta la música de baile y me encanta más la música de baile que se queja, The Clash, Mano Negra, estos grupos que tenían mucho que decir pero te hacían bailar y siempre han sido como una misión. Me siento en medio de: hacer una buena letra o hacer una rola bailable.”
Afortunadamente, el Instituto Mexicano del Sonido muchas veces logra las dos, y basta dar un repaso a su discografía para entender la doble lectura de sus títulos, como “México, Máxico”, “Soy Sauce”, o “Algo-Ritmo”, la compilación que celebra los 20 años del IMS y que sirve como testimonio de la evolución y diversidad cultural que hemos abrazado a lo largo de estos años, en los que celebramos la música como una expresión cultural y social.
20 años en los que Camilo Lara pasó de pinchar discos en El Galaxy y meter goles con el Instituto Mexicano del Sonido en diversas entregas del FIFA , a crear una radio chola para Grand Theft Auto, desarrollar el crossover de Los Ángeles Azules, tener una aparición especial en ‘Coco’ de Pixar, colaborar con Toots, de Toots & The Maytals, Chris Franz (Talking Heads) o Graham Coxon de Blur…
Continúo: producir el soundtrack de ‘Black Panther: Wakanda Forever’ de Marvel; más recientemente ganar un EMMY por su trabajo en HOME de Apple TV+ y, por supuesto, figurar entre los músicos invitados por Damon Alban para la más reciente itineración de Africa Express.
Algo que probablemente ni el propio Camilo ni nadie más imaginaba hace veinte años es que la Roma se convertiría en el epicentro social de la CDMX y que la cumbia seguiría resonando alrededor del mundo en cualquier fiesta que se respete.
Camilo Lara y el Instituto Mexicano del Sonido se presentan este Domingo 17 de Marzo en el Vive Latino, y puedes comprar el vinyl de Algo-Ritmo para irte preparando y sacar los prohibidos en este fiestón.
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