REYNOSA (El Universal).— A 38 grados centígrados y con una sensación térmica de 47, las Casas Senda de Vida en Reynosa, Tamaulipas, donde se albergan mil 700 migrantes se han convertido en un verdadero infierno.
Pese a esto, agradecen no vivir en casas de campaña como lo hacían hace apenas unos meses pues les resultaría imposible sobrevivir a las altas temperaturas que se registran en la ciudad.
Estos migrantes, en su mayoría haitianos, habitan viviendas de madera con techos de lámina, algunos, cuentan con abanicos eléctricos que, sobre todo por las tardes y noches, les permiten refrescarse.
Las 800 personas que viven en la Casa Senda de Vida 1 y los 900 en la 2, prefieren mantenerse en el patio resguardados apenas por la sombra que les brindan las viviendas y los niños, jugando bajo la techumbre que da directamente al templo donde acostumbran a pedir a Dios les permita ser aceptados en Estados Unidos para tener una mejor vida.
Darline Bremón llegó a Reynosa en diciembre de 2023 con su esposo y sus dos hijos procedentes de Haití y desde entonces radican en la Casa Senda de Vida donde les proveen alimento, ropa y vivienda. “Mi hermano está en California, nos manda dinero de vez en cuando porque él fue aceptado en enero de 2024, está trabajando y esperando a que nos den asilo en Estados Unidos.
ReynosaInquilinos
Las casas para migrantes en Reynosa ya no cuentan con gran cantidad de inquilinos.
Hasta 3 mil personas
El año pasado, en cada casa se albergaban un promedio de 2 mil y hasta 3 mil personas.
Techos de lámina
“Muchas familias han logrado irse por eso ya no vivimos en las carpas, tenemos casas de madera y aún así estamos sufriendo por el calor porque los techos son de lámina, preferimos estar afuera, usamos ropa ligera y tratamos de refrescarnos”, comenta Darline.
Esta nota Calor infernal en ciudad fronteriza de México apareció primero en Diario de Yucatán.