Cumplir 35 años de carrera se dice fácil. Pero la realidad es que en la actualidad estamos acostumbrados a la inmediatez, a lo efímero, a artistas y grupos que llegan y quizá mañana desaparecen. Es por eso que se valora aún más que sigan existiendo bandas del tamaño de Café Tacvba.
A veces no dimensionamos ni nos damos cuenta que de este país, surgió uno de los proyectos musicales más interesantes e innovadores de todo el continente y del mundo. Que a pesar de tener una trayectoria enorme, Rubén Albarrán, Emmanuel del Real, Joselo y Enrique Rangel no dejan de reinventarse, de explorar géneros e incluso nuevas formas de hacer música y compartirla.
No recuerdo exactamente cuándo fue la primera vez que escuché a Café Tacvba. Llegué a este mundo cuando su álbum debut y Re ya existían, aunque pasó mucho tiempo para tomar consciencia de quiénes eran. Lo que sí tengo claro es que en el momento en el que supe que venían del Estado de México (y de Ciudad Satélite, lugar relativamente cercano a donde vivo) llamaron por completo mi atención.
Mientras crecía, me fui clavando con la música y la propuesta de la banda, lo que eventualmente me llevó a verlos en vivo. He podido checarlos en diferentes etapas. y momentos, en festivales y en solitario, pero jamás había tenido la oportunidad de estar un concierto de aniversario de los tacvbos. Eso quizá fue lo que hizo que aceptara cubrir el show de sus 35 años.
Desde el Metro (ese que describieron a la perfección en una rola genial) me contagiaron la emoción por el concierto de Café Tacvba. Lo digo porque en mi camino al Estadio GNP Seguros, una pareja de Veracruz, que vino a la CDMX únicamente para el show, se me acercó para preguntarme qué estación les quedaba mejor para llegar rápido a la sección donde compraron sus boletos.
No sé si fue porque traía la pinta de que iba al para allá o porque venía escuchando a todo volumen la versión de “El Outsider con David Byrne del segundo MTV Unplugged. La cosa es que platicamos de Chabacano hasta Velódromo, donde me tuve que despedir de ellos. Sin embargo, esa breve charla me sirvió para darme cuenta del enorme cariño que le tienen los fans a la banda. No les importa viaja de otros estados, la cosa es estar en el aniversario del grupo que los ha acompañado a lo largo de sus vidas.
Café Tacvba celebró sus 35 años de vida a lo grande en el Estadio GNP Seguros
Otra cosa que también me sorprendió fue que el público que se lanzó al concierto era sumamente diverso, desde fans old school de los primeros días de la banda hasta niños (en su mayoría, familias de padres con sus hijos). Pero volviendo al Estadio GNP Seguros, mientras esperábamos a que arrancara el show, un DJ nos puso en ambiente y tono con rolas de rock latino y anglo que marcó a Café Tacvba.
A las 9:15 pm y luego de unas cuantas rechiflas por partes del respetable, las luces apagaron y ahora sí, inició el festejó por los 35 años de los tacvbos. Fue así como nos abrochamos los cinturones para aventarnos un viaje nostálgico de casi tres horas y 32 canciones donde recorrimos todas y cada una de las etapas de la banda.
Un grupo de bailarines pintados de catrines y catrinas salieron para aventarse el zapatedo que da vida a “La 10”. Y más adelante, aparecieron Joselo y Quique Rangel para tocar “La 9”. Todo esto se sintió como un ritual que nos prepararía para lo que estábamos a punto de vivir, al que más tarde se les unieron Rubén Albarrán y Meme del Real tocando la guitarra y el bombo respectivamente.
Oficialmente el show arrancó con un combo nostálgico, “María”, “Las batallas” y “Rarotonga”, que inmediatamente nos transportaron a los primeros años de Café Tacvba, a ese álbum debut con el que se dieron a conocer. Tras estos temazos, Rubén Albarrán nos regaló un discurso que representó muy bien el sentimiento que seguramente traen tanto él como sus compañeros en este aniversario.
“Qué inmensa alegría, esta noche para nosotros es algo significativo. 35 años de estar tocando y de algo así se vienen las imágenes, los recuerdos, los pensamientos y las reflexiones. Nunca jamás pensamos que íbamos a tocar aquí, frente a tantas personas, durante tanto tiempo y compartiendo nuestra música. Por todo eso estamos tan agradecidos, nos sentimos muy bendecidos”.
Al grito de “¡llegó el Café Tacvba para que todo el mundo le meta al taconazo!”, los satelucos siguieron con la primera parte del concierto. Algo que verdaderamente me latió de ese arranque fue que nos llevaron por casi toda la carrera de la banda en cuestión de rolas, de ese disco debut a Re, pasando por Revés/Yo soy, Avalancha de éxitos y hasta Sino, como su “Eras Tour”.
Otro detalle que me encantó fue que, dependiendo de las canciones que tocaran, Rubén Albarrán se encargaba de hacernos sentir en la época en que andaban sacando aquellas rolas. ¿De qué manera Bueno, pues usando vestuarios originales de los personajes/alter egos que ha interpretado en cada disco.
Fue así como vimos desfilar a Pinche Juan, Cosme, Anónimo, Massiossare e Ixaya Mazatzin Tleyotl. Aunque eso sí, no sería la última vez que Albarrán usaría esto para transportarnos a distintas eras. Tras esto, las luces se apagaron un ratito y luego de una espera un tanto corta, los tacvbos volvieron acompañados de sus primeros invitados de la noche, la banda Los Inútiles, que se quedaron para este set.
Las sorpresa no continuaron, pues para “Olita del Altamar” y “Futuro” con ronroco en mano, apareció ni más ni menos que Gustavo Santaolalla (productor y amigo desde hace muchos años de Café Tacvba), a quien reconocieron como una de las personas clave para que ellos triunfaran. Por acá también hubo otro highlight que casi no sonó: Rubén cantó un cachito de “No hay nadie como tú”, su colaboración con Calle 13.
Tras una breve pausa y explicar que por la pandemia no pudieron presentar esto en todo el país, Café Tacvba nos llevó hasta su segundo MTV Unplugged, tocando en formato acústico rolones como “El aparato”, “Mediodía” junto al organillero y toda la cosa, y “El espacio”. Aunque nuestros momentos favoritos de esto fue cuando tocaron “La locomotora” y “Volver a comenzar”, con el público cantando a todo pulmón y qué cosa, de piel chinita.
La cosa se calmó y se puso electrónica con “Pájaros”, pero esta rola solo nos estaba dando un descanso para lo que se venía. No exageramos, porque se aventaron de corrido “Las flores” y “Chilanga banda”, el cover a Jaime López que popularizaron los tacvbos y que claro, prendieron durísimo al Estadio GNP Seguros.
“Estas canciones son de aquí, de este sentimiento que tenemos, de esta historia en común que tenemos todos”, dijo Rubén tras terminar de cantarle a los pachucos, cholos y chundos. Y vaya que eso es cierto, pues aunque no conozcamos al de lado, a los presentes nos une la música de Café Tacvba y las anécdotas que nos han dejado sus canciones.
Por ahí, el vocalista y frontman de la banda, tal como dijo en el discurso del inicio, recordó al final de “Chilanga banda” que el Avalancha de éxitos lo grabaron en la sala de ensayo que tenían en casa de los papás de Quique y Joselo. Incluso recurrió al mismísimo Gustavo Santaolalla –quien se quedó viendo el show a un lado del escenario– para confirmar que esto era cierto.
Al concierto le faltaba una aparición especial más. Luego de hablar de la música chilena y del enorme cariño que le tienen a ese país en particular, Café Tacvba invitó al escenario a Álvaro Henríquez, vocalista y guitarrista de Los Tres, con quienes cantó “Déjate caer”. Un verdadero momentazo ver esto en vivo, incluida la aparición de la icónica máscara del Gallo Gasss y la épica coreografía del final por parte de los satelucos.
Con “La chica banda” y el taconazo a todo lo que da con “El fin de la infancia”, la banda se despidió por primera vez de sus fans, pero esto no era el final. Los tacvbos volvieron más frenéticos que nunca para aventarse las que quizá, sean sus rolas más ponchadas, como su versión de “No controles” y el popurrí de “¿Qué pasará?/La pinta/Pinche Juan/El borrego”. Y sí, claro que ante esos guitarrazos, se empezaron a armar bolitas de moshpit en el Estadio GNP Seguros.
Álvaro Henríquez de Los Tres (@lostres) salió al escenario para tocar “Déjate caer” con Café Tacvba, recordando la enorme relación y admiración que existe entre ambas bandas ?
Y sí, por supuesto que no faltó la épica coreografía al final ??#CafeTacvba pic.twitter.com/t22bL7DkYd
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Una de las sorpresas de la noche fue “La ingrata”, un clásico que Café Tacvba dejó de tocarla un buen rato tras la polémica que se armó por la letra y su presunta apología a la violencia contra las mujeres. Pero antes de aventársela, Rubén Albarrán nos recordó que la violencia nunca será el camino y esta rola busca dar ese mensaje e incluso el ejemplo de conductas machistas y tóxicas.
El cierre del concierto en el Estadio GNP Seguros fue una verdadera montaña rusa de emociones. Con “Encantamiento inútil”, la banda nos sorprendió con un temazo de aquellos que pocas veces tocan en vivo. Sin embargo, guardaron para el final las rolas cursis, pues el buen Meme apareció para cantar Eres”, con la que recordamos aquel primer amor de primaria/secundaria y prepa al que le dedicamos esta declaración. “Gracias por hacerme sentir como familia”, dijo el tecladista de la banda y casi al borde de las lágrimas.
Una de las sorpresas de la noche fue “La ingrata”, pues dejaron de tocarla un buen rato tras la polémica que se armó por la letra
Pero antes de aventársela, Rubén Albarrán nos recordó que la violencia nunca será el camino y esta rola busca dar ese mensaje #CafeTacvba pic.twitter.com/KQ6Aph5dcX
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El concierto terminó con “El baile y el salón”, pero antes de corear el “pa-pa-ra pa-pa, eo-eo” y goza de este temazo, Rubén se tomó unos minutos para dedicar esta rola a quienes sufren de alguna enfermedad física o mental, a todos los niños y las personas que la están pasando mal por los estragos de la guerra o por la persecución (haciendo referencia a lo que está pasando en Palestina con la bandera de este lugar en la mano).
Tras mandar energía positiva a las personas que más necesitan buena vibra en estos momentos y agradecer el apoyo de sus fans, por cantar y acompañarlos a lo largo de los años, Café Tacvba cerró con bombo y platillo tanto el concierto como la gira por sus 35 primaveras en el Estadio GNP Seguros de la CDMX.
Con “El baile y El salón”, un verdadero himno de la banda y todo el público coreando el famoso “pa-pa-ra pa-pa, eo-eo”, terminó la celebración de los 35 años de Café Tacvba en la CDMX ??#CafeTacvba pic.twitter.com/HC1Q9wukW7
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¿Nos faltaron rolas? Sí, y muchas. ¿Tocaron exactamente el mismo setlist que en Guadalajara y Monterrey? También. Sin embargo, con una banda de este calibre es complicadísimo armar un setlist que deje contento a todo el mundo. De cualquier manera, fue una buena selección de rolas, muy balanceada entre clásicos que no pueden faltar en sus shows, unas cuantas rarezas que casi no tocan en vivo y sus ya conocidos covers.
Con este show, Café Tacvba nos recordó por que siguen siendo una de las bandas emblema de México y de las mejores que ha dado nuestro papís. Pero también, bajita la mano dejaron claro que a pesar del paso del tiempo, van por otros 35 años y muchísimos más, para seguir taconeando y compartiendo la música con sus fans.
Setlist de Café Tacvba en el Estadio GNP Seguros
- “La 10”
- “La 9”
- “María”
- “Las batallas/Rarotonga”
- “Cómo te extraño” (cover de Leo Dan)
- “El metro”
- “El ciclón”
- “53100”
- “Esta vez”
- “Aprovéchate”
- “La muerte chiquita”
- “Olita del Altamar”
- “Futuro”
- “El aparato”
- “Mediodía”
- “El espacio”
- “La locomotora”
- “Volver a comenzar”
- “Pájaros”
- “Las flores”
- “Chilanga banda” (cover de Jaime López)
- “El fin de la infancia”
- “Déjate caer” (cover de Los Tres con Álvaro Enríquez)
- “La chica banda”
- “El puñal y el corazón”
- “No controles” (cover de Olé Olé)
- “¿Qué pasará?/La pinta/Pinche Juan/El borrego”
- “La ingrata”
- “Encantamiento inútil”
- “Eres”
- “Quiero ver”
- “El baile y el salón”