
SEÚL, Corea del Sur. — Este jueves, un avión caza de Corea del Sur dejó caer ocho bombas por accidente en una zona civil durante un entrenamiento, lo que hirió a ocho personas, según informaron las autoridades.
Las bombas de tipo MK-82, que fueron liberadas “de forma anómala” por el caza KF-16, cayeron ante un campo de tiro y causaron daños en instalaciones civiles, según informó la fuerza aérea en un comunicado.
Indicó también que establecerá una comisión para investigar por qué ocurrió el accidente y examinar la magnitud de los daños a civiles.
Maniobras militares

El caza participaba en maniobras conjuntas de la Fuerza Aérea con el Ejército en los que se emplea munición real, señaló.
La Fuerza Aérea se disculpó por causar daños a civiles y expresó su deseo de que las personas heridas tengan una pronta recuperación. Señaló que ofrecerá compensación y otras medidas necesarias para apoyar a las víctimas.
El accidente ocurrió en Pocheon, una ciudad cercana a la fortificada frontera con Corea del Norte.
Heridos graves

El centro de respuesta a desastres de Pocheon informó de seis civiles y dos soldados heridos y dijo que estaban recibiendo tratamiento en hospitales.
Funcionarios del centro dijeron que cuatro de los heridos, todos civiles, estaban graves. Dos de los heridos graves son extranjeros, señalaron: uno de Tailandia y otro de Myanmar.
Tres casas resultaron parcialmente dañadas, al igual que una iglesia católica y un invernadero, pero no parecían haber sido impactados directamente por las bombas, según el centro de Pocheon.
Es increíble que en pleno siglo XXI sigan ocurriendo accidentes tan graves como este. No se puede permitir que un error de este tipo ponga en peligro a la gente. Es fundamental que se revisen los protocolos de seguridad para evitar que esto vuelva a suceder. La vida de las personas no debería ser un juego de entrenamiento.
Es increíble que en un ejercicio militar se pueda dar un accidente así. Ocho personas heridas por un error que no debería haber pasado. Esto muestra que hay que tener más cuidado y revisar bien los protocolos de seguridad. La vida de la gente es lo más importante y no se puede jugar con eso.