
12 DE NOVIEMBRE DEL 2025 – NACIONAL. El Gobierno Federal ha intensificado su estrategia de seguridad en la Tierra Caliente, en un esfuerzo por proteger uno de los sectores productivos más vulnerables del país. Un centenar de agentes del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional (GN) han iniciado un despliegue de patrullajes en las huertas y las empresas empacadoras de limón en Michoacán. Estos operativos se concentran principalmente en los municipios de Apatzingán y Buenavista, y forman parte del recién implementado Plan Michoacán por la Paz y la Seguridad. El objetivo es claro: frenar la ola de violencia y extorsiones que ha golpeado duramente a los productores de limón de la región.
El despliegue militar inició sus recorridos en las plantas procesadoras, conocidas como «empaques», utilizando equipo de alto nivel. Los elementos castrenses son apoyados por camionetas artilladas e incluso por vehículos tácticos blindados, como el «Black Mamba» , de fabricación nacional. A esta fuerza federal se han sumado también agentes de la Guardia Civil (la Policía Estatal), quienes trabajan en coordinación con los soldados y la GN. La misión primordial es evitar que los productores de limón y la industria citrícola en general sigan siendo víctimas del asedio y las amenazas del crimen organizado que opera en la zona.
La Extorsión y el Homicidio de Líderes Limoneros
La urgencia de estos operativos está marcada por los recientes hechos de violencia que han sacudido al gremio citrícola. Un caso que generó gran indignación ocurrió apenas el pasado 9 de octubre, cuando Bernardo Bravo Manríquez, quien presidía la Asociación de Citrícolas del Valle de Apatzingán (ACVA), fue secuestrado, brutalmente torturado y finalmente asesinado de un balazo. El líder limonero fue obligado a asistir a una reunión con César Alejandro Sepúlveda Arellano, conocido como “El Botox”, líder del Cártel de Los Blancos de Troya, un criminal por quien el gobierno de Estados Unidos ofrece una cuantiosa recompensa de cinco millones de dólares.
La importancia del sector bajo ataque es innegable. De acuerdo con la ACVA, el municipio de Apatzingán cuenta con 22 mil 411 hectáreas de huertas de limón y un total de 24 empacadoras dedicadas al procesamiento del cítrico. Por su parte, en Buenavista se registran 17 mil 955 hectáreas limoneras y 32 plantas de empaque. Esta vasta infraestructura productiva, concentrada en la Tierra Caliente, es la razón principal de la disputa entre los grupos delincuenciales, que han convertido la extorsión a los productores de limón en una de sus fuentes de ingreso más lucrativas.

Las Alianzas Criminales en Disputa por el Limón
La situación de seguridad en Apatzingán y Buenavista se complica por la existencia de dos grandes alianzas de narcotraficantes, que se disputan violentamente el control territorial y, por ende, el derecho a extorsionar a los productores de limón. El primer grupo criminal que opera en la zona está integrado por el temido Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), en alianza con Los Viagras, Los Blancos de Troya y el Cártel de Acahuato o de La Virgen.
El segundo conglomerado delictivo que busca dominar la extorsión del limón en Michoacán lo forman el Cártel de Tepalcatepec, Los Caballeros Templarios y el Cártel de Los Reyes. Esta guerra entre cárteles por el control del territorio y de la cadena productiva del limón es la que ha desatado los secuestros y asesinatos, obligando a las autoridades federales a intervenir con el despliegue de vehículos blindados y un fuerte número de efectivos militares y de la Guardia Nacional.
El Impacto en los Precios al Consumidor y la Exportación.








