
31 OCTUBRE 2025-INTERNACIONAL- El SR-71 Blackbird se ha ganado el título de avión más rápido del mundo, capaz de alcanzar velocidades de hasta 3.529 kilómetros por hora. Diseñado por Lockheed en 1964, este icónico avión de reconocimiento estadounidense estuvo en operación hasta 1998, durante la Guerra Fría, convirtiéndose en una pieza clave de la inteligencia militar. Su capacidad de volar a gran altitud y velocidad le permitió cumplir misiones en entornos hostiles sin ser interceptado.
Un diseño revolucionario
El Blackbird destacó por su diseño futurista y su perfil aerodinámico de color negro mate, pensado para reducir la visibilidad al radar y disipar el calor generado por la fricción a velocidades extremas. Su fuselaje está construido con aleaciones de titanio importadas de la Unión Soviética, lo que le permitió soportar temperaturas superiores a los 300 grados Celsius. Este detalle técnico fue crucial para operar a velocidades de Mach 3, el triple de la velocidad del sonido.

Durante su trayectoria, el SR-71 estableció récords impresionantes. El 28 de julio de 1976 alcanzó su velocidad máxima de 3.529 km/h y una altitud de 25.929 metros, convirtiéndose en la aeronave estadounidense que más alto ha volado. Dos años antes, completó el trayecto Nueva York-Londres en apenas 1 hora y 54 minutos, mientras que el Concorde tardaba 3 horas y 20 minutos y un Boeing 747 alrededor de seis horas.
Misiones estratégicas y seguridad
La alta velocidad del Blackbird le permitía evadir misiles tierra-aire con facilidad, acelerando para escapar de cualquier amenaza. Durante su tiempo de servicio, sobrevoló áreas conflictivas como la Unión Soviética, China, Vietnam y Oriente Medio, recopilando información vital sobre bases aéreas y armas nucleares, sin que se registraran pérdidas en combate directo. Esto convirtió al avión en una herramienta estratégica para la seguridad estadounidense.

Aunque se fabricaron 32 unidades, 19 se perdieron por causas distintas a combates, según la Fuerza Aérea de EE. UU. Cada vuelo del Blackbird era un desafío técnico y logístico, requiriendo coordinación precisa y pilotos altamente entrenados. La aeronave combinaba velocidad, altitud y tecnología de vanguardia, consolidándose como un referente en la historia de la aviación militar.
 
			 
			









