
Belinda volvió a pisar el escenario con fuerza en la Ciudad de México al asumir el icónico papel de Daniela en la puesta en escena Mentiras All Stars. Luego de su paso por la pasarela de L’Oréal en París, la cantante regresó con una misión clara: demostrar su versatilidad artística y emocionar al público con los temas emblemáticos de los años 80 que forman parte del musical. En su estreno, se adueñó del escenario y encendió los aplausos con voces, presencia escénica y una selección de atuendos que acapararon miradas.
Un vestuario pensado al detalle
Desde el inicio de la función, Belinda dejó claro que no era solo su voz la que iba a brillar sino también su imagen. Seleccionó personalmente más de la mitad de los atuendos que interpretaría como Daniela, asegurando que cada cambio de vestuario acompañara el dramatismo del momento. Para interpretar “El me mintió” y “De color de rosa” optó por piezas en rosa y detalles de pedrería, logrando una estética coherente con el personaje y con la época del pop ochentero. Su elección no pasó desapercibida: cada atuendo dialogaba con la esencia del papel, reforzando la inmersión del público en esa nostalgia sonora.
En su primer show hubo llenos totales, y el público respondió con entusiasmo a cada nota y cada paso dramatúrgico. Belinda interpretó también “Ella más que yo” con un vestido strapless con corset adornado, uno de los momentos más comentados de la noche. Para ella, este estreno no fue solo una presentación más, sino una responsabilidad con los fans: “Queremos darles una noche especial, distinta”, comentó en entrevista previa al show.
Salud y reto personal
Durante esa noche tan esperada, Belinda también aprovechó para compartir una faceta más íntima de su vida: su condición física actual. Reveló que su menisco está lesionado, algo que la ha afectado durante los ensayos y que la hace andar con cautela sobre el escenario. No obstante, decidió mantener su compromiso con el proyecto y con la entrega al público, a pesar del dolor. Adicionalmente, anunció que requerirá una operación de rodilla que la obligará a tener al menos un mes sin pisar. Pero, fiel a su carácter, no fue derrotista: aceptó el propio riesgo de su calendario apretado y reiteró su compromiso artístico.
Este episodio revela otra dimensión de Belinda: una artista que no solo se prepara para lucir y cantar, sino también para resistir. No es lo común que en una noche de estreno se hable de dolor, cirugías y sacrificios físicos, pero esa transparencia suma credibilidad. Al mostrar su vulnerabilidad, la artista conecta más allá del glamour: hace visible lo que hay detrás del espectáculo — las exigencias del escenario, el desgaste corporal y la voluntad de seguir adelante sin permitir que las críticas la dobleguen.
Una mirada más allá del escenario
Valorar el debut de Belinda en Mentiras va más allá del buen desempeño vocal o del efecto visual de sus atuendos. Lo notable es que ella se apropia del personaje, elige sus propias piezas, enfrenta dolores físicos y el compromiso con su público. Esto arroja luz sobre el profesionalismo que existe detrás del entretenimiento: un espectáculo musical exige coordinación de luces, sonido, vestuario, dirección y un intérprete central que mantenga consistencia emocional noche tras noche.
Además, este tipo de montajes revaloriza la música popular de décadas pasadas, permitiendo a nuevas generaciones acercarse a clásicos del pop mexicano y latino. Belinda no solo revive un personaje, sino que reencausa esas canciones hacia una experiencia teatral contemporánea. Y en ese camino, arriesga, se expone y, sobre todo, reafirma que para los artistas el escenario puede ser un lugar de seducción, pero también de entrega y sacrificio.