
12 AGOSTO 2025- NACIONAL – Secretaría de Gobernación (Segob), encabezada por Rosa Icela Rodríguez Velázquez, informó que el programa de desarme voluntario ha logrado un avance significativo en todo el país, con un total de 5 mil 87 armas entregadas hasta ahora. De estas armas, 3 mil 39 son cortas, mil 429 largas y 619 granadas, entre otros tipos. Este programa, que cuenta con el apoyo y asesoría de la Secretaría de la Defensa Nacional, se presenta como una estrategia clave para retirar armamento de la sociedad civil y disminuir la violencia en el país.
Resultados concretos y próximos pasos
Durante la conferencia mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum, Rodríguez Velázquez destacó que además del intercambio de armas reales, también se lograron cambiar casi 9 mil juguetes bélicos por juguetes educativos. Esto demuestra una visión integral para atacar el problema de la violencia desde la raíz, al evitar que los niños se familiaricen con objetos que simulan armas. La próxima jornada de este programa está programada para el 12 de agosto en Jalisco, específicamente en Tlajomulco, donde se contará con la participación activa de la Secretaría de la Defensa y el apoyo de la Iglesia Católica para facilitar la instalación de módulos de recepción en espacios comunitarios.

El programa de desarme voluntario se basa en incentivar a los ciudadanos a entregar armas a cambio de incentivos económicos o bienes, lo que facilita la reducción del armamento en manos de la población civil. Esta estrategia ha sido impulsada a nivel nacional bajo el lema «Sí al Desarme, Sí a la Paz», con el objetivo claro de promover la seguridad y disminuir los índices de violencia relacionados con el uso de armas de fuego.
Un aspecto importante de esta iniciativa es la colaboración entre diferentes sectores de la sociedad, incluyendo al gobierno, las fuerzas armadas y organizaciones religiosas, lo que permite una mayor confianza y participación de la población. Por ejemplo, la participación de la Iglesia Católica para instalar módulos en sus atrios es un claro ejemplo de cómo el programa busca llegar a espacios accesibles y de alta confianza para la comunidad.

Sin embargo, a pesar de estos avances, es necesario mantener un seguimiento constante y transparente de los resultados para garantizar que las armas entregadas no regresen al mercado ilegal o a manos equivocadas. Además, para que este programa sea efectivo, es fundamental que exista una coordinación real entre las autoridades federales, estatales y municipales, así como un acompañamiento a las familias que decidan participar, para que entiendan el impacto positivo que puede tener su colaboración en la seguridad de su entorno.