OAXACA.— Comunidades indígenas mexicanas tomaron la iniciativa para auxiliar y alimentar a migrantes que quedan varados lejos de la frontera, en el sur de México, donde la incertidumbre se agrava a días de que Donald Trump asuma la presidencia en Estados Unidos, el próximo lunes.
En Oaxaca, una de las principales ciudades del sur del país, activistas crearon un comedor comunitario para dar alimento gratuito a los migrantes, en su mayoría de América Central y del Sur, que llegan para descansar, reunir dinero y reanudar su camino hacia Ciudad de México y, después, a Estados Unidos.
Su lema es “Nkaáymyujkeme”, una voz escrita en lengua mixe de la Sierra Norte de Oaxaca que significa “Comamos todos”, y que surgió durante los primeros días de 2025, principalmente para las infancias migrantes, al prever que viene un “año difícil” en Estados Unidos ante las políticas restrictivas para la movilidad.
“Oaxaca es origen de migrantes y para ayudar solo motiva la empatía de padecer en carne propia el hambre cuando se abandona la tierra en busca de una mejor vida”, expresa el fundador del comedor comunitario, Filadelfo Aldaz Desiderio.
Por el hambre
“Creo es justo a partir del hambre, o sea a partir del hambre que pasamos en nuestras comunidades, a partir del hambre que pasamos en las ciudades, porque al final también somos personas que migramos de nuestras comunidades y, a partir de esa hambre precisamente hacemos esta labor”, expone el activista.
En el país preocupan las deportaciones masivas prometidas por Trump porque cerca de la mitad de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos son mexicanos y casi el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) de México lo representan sus remesas, que en 2024 recibió un récord estimado de 65,000 millones de dólares.
Además, el Gobierno de México detectó un récord de más de 925,000 migrantes irregulares de enero a agosto pasado, una subida interanual de casi el 132%.
En este panorama, surgen iniciativas como “Comamos todos”, que se sostiene con donativos ciudadanos, pues no hay ninguna agrupación política ni religiosa que patrocine la donación de alimentos y bebidas calientes en terminales de autobuses para migrantes en la ciudad de Oaxaca.
A manera de protesta
Desiderio, indígena de la cultura mixe, expone que se trata de ayudar, pero también protestar.
“Es que en realidad la migración no va a parar, o sea, todas las personas nos movemos en todo el mundo. Sin embargo, Estados Unidos va a paralizar un poco a estas personas, a perseguirlos, a torturarlos, a asesinarlos, incluso. Es toda una política externa de Estados Unidos”, opina.
Es genial ver cómo las comunidades indígenas de Oaxaca están apoyando a los migrantes. En un momento en que tantos se sienten perdidos y solos, que alguien extienda la mano y ofrezca ayuda es algo muy humano y necesario. Ojalá más personas sigan su ejemplo y se preocupen por los demás. Esto nos muestra que la solidaridad puede marcar la diferencia en la vida de quienes enfrentan momentos difíciles.
Es genial ver cómo las comunidades indígenas de Oaxaca están apoyando a los migrantes que se encuentran en una situación tan difícil. Este tipo de solidaridad es un buen ejemplo de humanidad y empatía, especialmente en momentos de incertidumbre. Sin embargo, me preocupa que estas acciones sean necesarias porque el sistema no está haciendo lo suficiente para ayudar a estas personas. Debería haber más apoyo y recursos a nivel gubernamental para evitar que la carga recaiga solo en manos de quienes menos tienen.
Es genial ver cómo las comunidades indígenas en Oaxaca están ayudando a los migrantes que se quedan atrapados. Este tipo de solidaridad muestra la humanidad que a veces se pierde en la política. Sin embargo, me preocupa que se necesite tanto apoyo voluntario mientras que las autoridades no hacen suficiente para resolver esta situación. Debería ser responsabilidad del gobierno brindar ayuda básica a quienes están en necesidad.