
8 DICIEMBRE 2025-INTERNACIONAL- A partir del 10 de diciembre, Australia pondrá en vigor una ley que obliga a las grandes plataformas sociales a bloquear las cuentas de usuarios menores de 16 años. La normativa busca proteger a los adolescentes de riesgos asociados con el uso de redes sociales, como el ciberacoso, ansiedad y presión social. La medida convierte al país en un laboratorio global, observado de cerca por otras naciones que analizan replicar la iniciativa.
Impacto en plataformas y usuarios
Solo en Australia, Snapchat cuenta con unos 440.000 usuarios de 13 a 15 años, Instagram 350.000, TikTok 200.000 y Facebook, 150.000. La mayoría de estas cuentas deberán ser bloqueadas, aunque la ley no impone sanciones a padres ni a menores que intenten acceder a ellas. La medida afecta a diez plataformas específicas, dejando fuera otras populares entre adolescentes como Discord, Roblox, WhatsApp o YouTube Kids.

El anuncio de la ley ya generó movimientos previos: Meta comenzó a eliminar perfiles de Instagram, Facebook y Threads el 4 de diciembre, adelantándose al inicio formal de la norma. Las plataformas enfrentan el reto de identificar y desactivar miles de cuentas mediante tecnologías de verificación que incluyen análisis faciales, patrones de actividad y conexiones entre usuarios.
El gobierno defiende la ley, comparando las restricciones digitales con las normas de edad para alcohol, tabaco o licencias de conducir. Señala que la medida protegerá a los jóvenes de riesgos psicológicos y sociales amplificados por algoritmos y presión de pares. En contraste, la industria tecnológica advierte que la norma podría eliminar beneficios diseñados para menores, como controles parentales específicos, y generar errores en el proceso de verificación.

Percepción de los adolescentes
Una encuesta realizada a más de 17.000 menores mostró que la mayoría considera que la ley “no funcionará” y seguirá buscando maneras de acceder a las redes sociales. Esto refleja un desafío práctico: la normativa cambia la legalidad del acceso, pero no garantiza un cumplimiento total en la práctica entre los jóvenes.







