AITO, Líbano (AP).— Un ataque aéreo israelí contra un edificio de apartamentos en el norte del Líbano mató ayer a por lo menos 21 personas, informó la Cruz Roja libanesa.
De momento no ha habido comentarios del ejército israelí y no queda claro cuál fue el objetivo.
El ataque alcanzó un pequeño edificio de apartamentos en el poblado de Aito, de mayoría cristiana, lejos de las principales zonas de influencia del grupo político-paramilitar Hezbolá en el sur y este del país.
Los socorristas buscaban víctimas entre los escombros del edificio mientras las ambulancias rodeaban el lugar, listas para recibir los cuerpos. Varios edificios y vehículos cercanos también resultaron dañados durante el ataque.
El ataque se produjo un día después de que Hezbolá lanzó drones contra una base militar en el norte de Israel, lo que causó la muerte de cuatro soldados —todos de 19 años—, además de herir de gravedad a otros siete, en el ataque más letal del grupo libanés desde que Israel emprendió su invasión terrestre de Líbano hace casi dos semanas.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, visitó ayer la base del ejército y a los soldados heridos en el ataque, y prometió que “seguiremos atacando a Hezbolá sin compasión en cualquier parte de Líbano, incluso en Beirut”.
El atentado del domingo dejó 61 heridos. Hezbolá ha lanzado miles de cohetes, misiles y drones hacia Israel durante el último año, matando a más de 60 personas, aunque Israel asegura que la mayoría de los proyectiles han sido interceptados por sus baterías antiaéreas o han caído en zonas despobladas.
En Líbano, los ataques israelíes han cobrado alrededor de 2,300 víctimas desde octubre del año pasado, según el Ministerio de Salud del país.
Más del 75% de los decesos han ocurrido en el último mes.
Hezbolá, aliado de Hamás, ha prometido continuar con los ataques hacia Israel hasta que se alcance un cese del fuego en la Franja de Gaza.
Israel ha dicho que su campaña contra Hezbolá tiene como objetivo poner fin a estos ataques para que los israelíes desplazados puedan volver a salvo a sus hogares cerca de la frontera con Líbano.
Horas antes ayer, al menos cuatro personas murieron por un ataque aéreo israelí contra el patio de un hospital en la Franja de Gaza.
El bombardeo ocasionó enormes llamas en un abarrotado campamento de personas desplazadas por la guerra y causó quemaduras graves a más de dos docenas de ellas.
El ejército israelí alegó, sin presentar evidencia, que había atacado a combatientes escondidos entre los civiles.
En los últimos meses atacó varias veces campamentos y refugios llenos de gente con el argumento de que miembros de Hamás los utilizaban para preparar ataques.
El Hospital Mártires de Al-Aqsa, en la ciudad central de Deir al Balah, ya tenía problemas para atender al gran número de heridos de otro ataque a una escuela cercana usada como albergue, en el que murieron al menos 20 personas cuando un bombardeo israelí prendió fuego a muchas de las carpas en la madrugada.
Se oyeron varias explosiones secundarias tras el primer estallido, pero en un primer momento no estaba claro si se debían a armas o a combustible.
Imágenes de The Associated Press mostraban a niños entre los heridos. Un hombre lloraba mientras llevaba en brazos a un niño pequeño con la cabeza vendada. Otro niño pequeño con la pierna vendada recibía una transfusión de sangre en el suelo del hospital repleto de gente.
Cuatro personas murieron y 40 resultaron heridas, según registros hospitalarios.