
18-julio-2025.-Una taquería de Cancún fue escenario de un violento ataque durante la madrugada de este jueves. Sujetos armados dispararon contra el establecimiento “Los Tarascos”, ubicado en la Región 505, justo en el cruce de la avenida La Luna y calle 50. Como resultado, una mujer que trabajaba en el lugar terminó gravemente herida y fue trasladada de emergencia al Hospital General de Cancún.
Testigos relataron que los agresores llegaron en motocicleta, abrieron fuego contra la taquería y luego escaparon rápidamente con rumbo desconocido. El incidente ocurrió poco después de la medianoche, lo que generó una fuerte movilización de los cuerpos de seguridad en la zona.
De manera preliminar, autoridades no descartan que este ataque armado esté vinculado al cobro de “derecho de piso”, una práctica delictiva común en la región, mediante la cual grupos criminales extorsionan a pequeños comerciantes. Este tipo de violencia ha ido en aumento, afectando la operación de negocios familiares en zonas urbanas y turísticas.
Elementos de la Policía implementaron un operativo de búsqueda, pero hasta ahora no se ha logrado la detención de los responsables. La zona fue acordonada y procesada por peritos y personal de la Fiscalía General del Estado, quienes levantaron los casquillos percutidos y recabaron evidencia dentro y fuera del local.
Como valor agregado a esta nota, es importante señalar que esta no es la primera agresión que sufre una taquería en Cancún en los últimos meses. Según reportes ciudadanos, al menos tres negocios similares han sido atacados en distintas regiones de la ciudad, todos con un patrón similar: motociclistas armados, disparos directos y ningún detenido. Esta situación ha generado miedo entre los comerciantes y exige una respuesta más eficaz por parte de las autoridades, no solo para castigar a los culpables, sino para prevenir nuevos hechos.
Además del impacto directo en las víctimas, estos actos de violencia tienen consecuencias en la economía local, especialmente en el sector gastronómico nocturno, que depende en gran medida del turismo y del consumo local. La percepción de inseguridad puede afectar no solo la vida de los trabajadores, sino también la actividad económica en general.