El barrio de Xochimilco con sus flores, sus colores, sus canales y trajineras es uno de los más emblemáticos de la CDMX. Podríamos decir que el tiempo no ha pasado por este lugar histórico que nos recuerda cuando un paisaje acuático era el que dominaba el Valle de Anáhuac. Así se veía Xochimilco hace un siglo con sus primeros paseos turísticos en trajinera.
También famoso por sus tradicionales chinampas y sus grandes áreas de cultivo, no cabe duda de que Xochimilco es uno de los sitios más folclóricos y mágicos de la capital mexicana. Sus costumbres siguen al día y las diferentes generaciones se han dado el lujo de pasear por sus canales rodeados de sauces.
Las fiestas patronales, las ferias y otras celebraciones de sus barrios son todo un acontecimiento y llaman la atención por la belleza con la que se adornan sus calles y canales. Xochimilco está lleno de cultura y aquí daremos un salto en el tiempo para ver lo que pasaba ahí hace cien años.
Los canales de la CDMX en el pasado
En los años 20 del siglo pasado ya comenzaba a ser costumbre para los chilangos de entonces ir a pasear en chalupa o trajinera por estos canales mágicos. Aunque los paseos turísticos cobraron importancia en la década de 1930, la construcción de sus embarcaderos comenzó desde 1910.
Estos canales eran una vía perfecta para el comercio de los agricultores locales. A principios del siglo XX aún existía la Acequia Real, también conocida como el Canal Nacional o la Venecia Mexicana, con el famoso Canal de La Viga que conectaba a Xochimilco con la zona de La Viga, Jamaica y La Merced y servía para el transporte de todo tipo de mercancías.
Tristemente el Canal de La Viga se secó por completo en 1921. Sus niveles de agua se vieron afectados cuando otros ríos y canales se entubaron. Este canal dejó de formar parte del espléndido paisaje capitalino y en su momento inspiró a escritores como Guillermo Prieto o Calderón de la Barca.
Xochimilco hace un siglo
Así fue que los xochimilcas dejaron de transportarse a la ciudad con sus canoas. El aumento de población en la ciudad y la aparición de otras vías terrestres y el ferrocarril facilitó el comercio entre la capital y sus alrededores. Xochimilco quedó como el último vestigio acuático del lugar que alguna vez estuvo cubierto por ríos y lagos.
Entre 1910 y 1920, se reforestó el bosque de Nativitas, muy cerca de los canales, y también se fundó el vivero de árboles de Xochimilco, aunque sabemos que la zona fue rica en cultivos de todo tipo desde los tiempos prehispánicos. No es por nada que su nombre en náhuatl significa “en el campo de las flores”.
Hace cien años comenzaba el auge de paseos turísticos en trajinera. Este tipo de balsas existen desde la época prehispánica y se hicieron muy populares durante el porfiriato.
Fue entonces que estas balsas fueron remodeladas con techos para cubrir del sol a los paseantes, se les cubrió con flores y se les ponía un nombre elegido por los catrines para elogiar a sus novias o a las mujeres en las que estaban interesados. Poco después las flores naturales de las trajineras se sustituyeron por otras hechas de papel maché y pasta.
Ya para los años 20 se incrementaron los paseos por sus canales, así como las actividades comerciales y culturales en el lugar. Xochimilco hace 100 años ya era un lugar de moda lleno de leyendas y así ha perdurado a través del paso del tiempo.
Xochimilco ayer y hoy
La verdad es que este barrio mágico de la ciudad es uno de los que menos han cambiado con el paso de la urbanización y la modernidad. Después se hizo famoso por ser escenario de varias producciones del cine nacional como “María Candelaria” de 1943, “Yanco” de 1961 o “Mi Niño Tizoc” de 1972, entre muchas otras.
Para la década de 1970 Xochimilco se unió a la gran ciudad con la expansión de la avenida División del Norte y la construcción del Anillo Periférico. En 1987 fue declarado Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad por la UNESCO y hoy debemos debemos cuidar sus canales y sus alrededores para que se conserve tal como es.
Hoy irse a dar un paseo en trajinera sigue resultando todo un placer. Xochimilco no pierde sus aires románticos y es un lugar excelente para visitar en familia o para ir a echar la fiesta con amigos. Sus barrios, chinampas y canales no dejan de marcar la historia de la CDMX.
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