4 NOVIEMBRE 2025-NACIONAL-La renuncia masiva de policías municipales en San Salvador Huixcolotla, Puebla, dejó al municipio sin elementos de seguridad, luego de que más de una docena de agentes decidieran abandonar sus cargos tras el asesinato de tres compañeros en una emboscada. Los hechos han encendido las alarmas sobre la crisis de seguridad que atraviesan varios municipios del estado y el impacto directo que la violencia del crimen organizado ejerce sobre las corporaciones locales.
El asesinato de tres agentes ocurrido entre la noche del domingo 2 y la madrugada del lunes 3 de noviembre, desató el temor entre los elementos que sobrevivieron. Los policías Roberto Pérez Trinidad, Arturo Jiménez Ortigoza y la comandante Yusami Monterrosas Apolinar fueron víctimas de un ataque armado mientras patrullaban la carretera federal a Tehuacán, a la altura de la entrada del municipio. Los agresores, que se desplazaban en al menos dos camionetas, abrieron fuego de manera directa contra la patrulla, dejando una escena de violencia que estremeció a la comunidad.
Tras el atentado, los oficiales sobrevivientes decidieron renunciar, argumentando falta de condiciones de seguridad y temor a represalias. Como resultado, la Guardia Nacional y la Policía Estatal asumieron el control del municipio, mientras el Ejército mantiene presencia en las calles para resguardar a la población. El secretario de Seguridad Pública, Francisco Sánchez González, confirmó que los elementos federales permanecerán en la zona “hasta que se garantice la tranquilidad de los ciudadanos”.
Por su parte, la Fiscalía General del Estado abrió una carpeta de investigación para esclarecer los hechos. Testimonios recopilados por las autoridades indican que los atacantes dejaron una manta con amenazas dirigidas a los cuerpos policiales locales, lo que refuerza la hipótesis de una operación del crimen organizado en represalia a recientes detenciones y decomisos en la región.
El alcalde Manuel Alejandro Porras Florentino, junto con su homólogo de Eloxochitlán, solicitaron protección personal tras recibir advertencias directas de grupos delictivos. Esta situación evidencia un clima de intimidación que alcanza no solo a las fuerzas de seguridad, sino también a las autoridades civiles, debilitando la gobernabilidad local.
El atentado de Huixcolotla se suma a una serie de agresiones contra policías municipales en el estado, como la registrada en Tepeaca el pasado 15 de septiembre. En opinión de especialistas en seguridad pública, el fenómeno refleja una preocupante tendencia: la vulnerabilidad de los cuerpos municipales frente al poder de las organizaciones criminales y la falta de recursos para su profesionalización y protección.
