GUANAJUATO.- La noche del miércoles asesinaron a la maestra de primaria Juana Edith Rivera Álvarez y horas después encontraron sin vida a sus dos hijos Samuel y Diego Landin.
Los hechos ocurrieron la noche del miércoles en la colonia Libertadores del Bajío, cuando un comando armado irrumpió en el domicilio de la docente, disparándole a quemarropa.
Posteriormente, los agresores se llevaron a sus dos hijos, cuyos cuerpos aparecieron la mañana del jueves, según confirmaron las autoridades y el colectivo “Luz y Justicia”.
En un principio, se pensó que la maestra y sus hijos eran víctimas colaterales de un enfrentamiento armado en otro punto de la ciudad. Sin embargo, las investigaciones confirmaron que se trató de un ataque directo y premeditado.
La profesora Juana Edith Rivera Álvarez era docente de la escuela primaria “Melchor Ocampo” de la comunidad Rincón de Centeno en Juventino Rosas.
Lamentan muerte de madre e hijos
El colectivo de búsqueda “Luz y Justicia” confirmó la localización de los cuerpos de los jóvenes, sin dar detalles del lugar del hallazgo.
Diego Landín estudiaba la carrera de Ingeniería Mecánica en el Tecnológico Nacional de México, campus Celaya; la institución expresó su pesar por la muerte del joven.
Mientras que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) distrito 13 exigió justicia y el esclarecimiento de este caso.
Hasta ahora, las autoridades no han informado sobre los motivos del crimen ni sobre los responsables. Sin embargo, se informó que la Fiscalía General del Estado realiza diligencias para esclarecer los hechos, identificar oficialmente a las víctimas y determinar el vínculo entre los eventos violentos registrados.
Es realmente triste y desgarrador ver cómo la violencia afecta a personas inocentes, especialmente a una maestra y sus hijos. La inseguridad en muchas partes del país está fuera de control. Deberíamos hacer mucho más para proteger a nuestras comunidades y a quienes se dedican a la educación. Es inaceptable que se viva con tanto miedo y sufrimiento. ¿Hasta cuándo vamos a seguir así?
Es realmente desgarrador escuchar sobre lo que le pasó a esa maestra y sus hijos. No hay palabras que puedan describir la tristeza que causa perder a una madre y a sus pequeños de esa manera. Es evidente que la violencia en ciertas zonas está fuera de control y, a pesar de que se habla mucho del tema, parece que no hay soluciones efectivas. La vida de las personas no debería estar en riesgo por esta locura. Es hora de que se tomen acciones serias para proteger a la gente común.
Es increíble y muy triste que pasen estas cosas. La violencia en el país parece no tener límite, y lo peor es que a veces las víctimas son personas que solo están tratando de vivir su vida y cuidar de sus familias. Esto no solo afecta a la comunidad, sino que deja a muchos sin respuestas y con un dolor que jamás se va. Necesitamos más acción y menos palabras para detener esta locura.