22 SEPTIEMBRE 2025- NACIONAL- Un operativo realizado por el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional logró el aseguramiento de 300 kilos de metanfetamina escondidos en una camioneta con logotipos clonados de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). El hallazgo se registró en el municipio de El Fuerte, Sinaloa, y fue considerado un fuerte golpe contra las operaciones de la delincuencia organizada en la región.
La unidad asegurada era una Dodge RAM blanca que simulaba pertenecer a la CFE, lo que facilitaba su movilidad en carreteras y zonas rurales sin levantar sospechas. En el compartimento oculto de la batea fueron encontrados 665 paquetes de droga, envueltos en bolsas de plástico, cuyo peso total aproximado alcanzaba los 300 kilogramos. La droga y el vehículo quedaron bajo disposición de las autoridades competentes para dar inicio a las investigaciones.
Incautación de metanfetamina y antecedentes recientes
Este decomiso se suma a otro hecho apenas unos días atrás, cuando las autoridades aseguraron más de 1,200 kilos de metanfetamina en una camioneta con reporte de robo. En esa ocasión, el hallazgo se dio tras una persecución en la carretera Culiacán-Mazatlán. Los ocupantes lograron huir, pero el vehículo fue abandonado con la carga ilícita. Ambos aseguramientos forman parte de los decomisos más relevantes en lo que va del año, reforzando el mensaje de que los operativos están redoblando esfuerzos en Sinaloa.
La estrategia del crimen organizado para ocultar sus cargamentos no es nueva. En los últimos años se han detectado unidades con logos clonados de dependencias federales como Pemex, Conagua e incluso instituciones de salud, lo que refleja un patrón para mover drogas o armas sin ser detectados fácilmente. Este fenómeno plantea un reto adicional a las fuerzas de seguridad, que deben reforzar los filtros de revisión y verificación vehicular.
Delincuencia organizada y participación de menores de edad
El pasado 19 de septiembre también se detuvo a cinco personas, entre ellas dos menores de edad, que portaban armas largas de alto calibre en vehículos robados. Este hecho refleja una problemática creciente: el reclutamiento forzado o voluntario de adolescentes por parte de grupos delictivos, situación que agrava el panorama de inseguridad en el país.
El uso de menores en la delincuencia organizada no solo incrementa la violencia, sino que también genera un vacío social al truncar su desarrollo educativo y personal. Diversas organizaciones civiles han advertido que, mientras no existan programas sólidos de prevención y reinserción, esta práctica continuará siendo un factor de riesgo en comunidades vulnerables.
Sinaloa, al ser un bastión histórico del narcotráfico, enfrenta una doble presión: contener los cárteles que dominan la zona y evitar que se diversifiquen sus métodos de operación, como el uso de vehículos clonados para transportar cargamentos. De acuerdo con informes militares, este modus operandi también se ha detectado en estados como Michoacán, Jalisco y Tamaulipas.
