La Policía elevó a 35 el número de niños que murieron en una estampida ocurrida en una feria en una escuela de la ciudad de Ibadan, capital del estado de Oyo, en el suroeste de Nigeria, después de que un líder comunitario cifrara en 34 la cantidad de fallecidos.
“Hasta ahora, se ha documentado la muerte de 35 menores, mientras que otros seis están gravemente heridos y recibiendo atención médica”, afirmó en un comunicado el portavoz de la policía de Oyo, Adewale Osifeso.
Osifeso dijo que seis personas, incluida Naomi Sikeoluwa, exesposa de un rey tradicional del vecino estado de Osun, fueron arrestadas por el incidente.
“Se recomienda a los residentes de los alrededores que no entren en pánico, ya que presenciarán patrullas de alto nivel y una presencia policial visible para evitar que los matones se aprovechen de la desafortunada situación”, remarcó el portavoz.
“El Comando de Policía del estado de Oyo se solidariza con todas las familias y seres queridos afectados por la tragedia y asegura a la buena gente del estado que se hará justicia como corresponde”, añadió Osifeso.
El comunicado se emitió después de que un líder comunitario confirmara a EFE la muerte de 34 niños.
“34 niños murieron en la estampida en la feria. Ayer confirmamos que murieron 31 niños, pero hoy confirmamos que otros tres niños fallecieron en el incidente”, declaró por teléfono Akeem Alao, un líder comunitario de la zona de Bashorun en Ibadan, donde sucedió la tragedia.
“Muchos otros niños y otras personas resultaron heridos y recibieron tratamiento en el hospital”, agregó Alao sobre la estampida, que tuvo lugar en la Escuela Islámica de Secundaria de Bashorun.
El líder culpó de las muertes a un control deficiente de la multitud por parte de los organizadores de la feria, Mujeres en Necesidad de Orientación y Apoyo, una organización no gubernamental que, al parecer, pertenece una exesposa de un rey tradicional del estado de Osun.
Animot Akindele, una testigo ocular de la tragedia y residente de Bashorun, dijo a EFE que el incidente ocurrió debido a la impaciencia de la multitud.
“Estaba allí con mi hijo de 5 años después de enterarme por la radio de que un grupo estaría entregando regalos a los niños. Pero cuando llegamos allí alrededor de las 6 de la mañana, miles de niños y sus padres ya estaban en el lugar”, relató Akindele.
“De repente, hubo una avalancha y la gente, principalmente niños, fueron empujados al suelo y pisoteados. Rápidamente cargué a mi hijo sobre mi espalda y me abrí paso con dificultad para salir del lugar”, añadió esta madre.
El gobernador de Oyo, Seyi Makinde, informó de la estampida, que provocó “múltiples víctimas mortales y heridos”, si bien no precisó entonces el número de muertos y heridos.
“Mientras se llevan a cabo las investigaciones, los principales organizadores del evento que provocó esta estampida han sido detenidos”, subrayó el gobernador, al incidir en que “cualquier persona que haya estado involucrada directa o remotamente en este desastre será responsable”.
Tras el suceso, el evento se suspendió de inmediato y se tomaron las medidas necesarias para reducir el número de víctimas, según Makinde.
“Nos solidarizamos con los padres, cuya alegría se ha convertido de repente en luto por estas muertes”, añadió el dirigente, quien instó a la población a mantener “la calma mientras las agencias de seguridad investigan este desafortunado incidente”.
Ese tipo se incidentes se ha producido este año con relativa frecuencia en Nigeria, donde al menos cuatro mujeres murieron el pasado 24 de marzo en una estampida en un acto benéfico de donación de dinero en efectivo para los pobres en Bauchi (norte).
Esa tragedia se produjo después de que al menos dos estudiantes universitarias fallecieran dos días antes y otros 23 alumnos resultaran heridos en una estampida durante la distribución de una donación de sacos de arroz en la Universidad del Estado de Nasarawa en la ciudad de Keffi (centro).
El pasado febrero, al menos siete personas murieron y otras catorce resultaron heridas en una desbandada durante una venta de sacos de arroz en Lagos, capital económica de Nigeria.
Con información de EFE