
28 de Agosto del 2025.- Una madre y su pareja sentimental han sido arrestados en el Estado de México por elementos de la Fiscalía General de Justicia (FGJEM) bajo acusaciones de tortura a un menor de seis años. El sujeto, identificado como Jorge Alberto N, es señalado de haber quemado las manos de su hijastro en al menos dos ocasiones. Los motivos detrás de estos actos de crueldad son escalofriantes: el niño presuntamente fue castigado por comerse un chocolate y por no saber calentar tortillas.
Agresiones con fuego y omisión materna
La tortura infligida al pequeño incluyó el uso de un comal caliente, un acto perpetrado por el padrastro por una razón tan trivial como la incapacidad del menor para realizar una tarea doméstica. La Fiscalía no ha proporcionado detalles oficiales sobre cómo se llevó a cabo la primera agresión, pero versiones extraoficiales sugieren que se utilizó un encendedor. Lo más alarmante es que estos actos de violencia ocurrieron en presencia de Stephany N, la madre de las víctimas, quien no hizo nada para proteger la integridad de sus propios hijos.
Las agresiones contra los menores habrían comenzado a principios de agosto, cuando el padrastro supuestamente sumergió en un tambo de agua al niño de seis años y a su hermano de cuatro. La indiferencia de la madre ante estos actos de maltrato subraya la gravedad de la situación. La FGJEM tuvo conocimiento de los hechos el pasado lunes 11 de agosto, aunque no se ha revelado quién interpuso la denuncia. La Fiscalía ha iniciado una investigación formal por los delitos de violencia familiar y omisión de auxilio en perjuicio de los menores.
Las pruebas recabadas hasta ahora confirman que el padrastro le quemó las manos al niño por motivos insignificantes, y que la madre de las víctimas presenció los hechos sin intervenir. Tras la detención de la pareja, los dos niños fueron valorados médicamente y, como parte de una red de apoyo familiar, fueron entregados a sus abuelos, con quienes actualmente se encuentran a salvo. Esta medida garantiza su bienestar y los aleja del ambiente de peligro en el que vivían.
Los detenidos fueron ingresados en el penal estatal Neza-Bordo. Ahora, un juez de control será el encargado de determinar si existen los elementos suficientes para imputarles los delitos de los que se les acusa. Este caso ha generado una gran indignación en la sociedad, poniendo de manifiesto la vulnerabilidad de los menores ante la violencia intrafamiliar y la necesidad de una respuesta contundente por parte de las autoridades para prevenir y castigar este tipo de actos.
Este lamentable caso de violencia contra los niños subraya la importancia de que la sociedad civil y las autoridades estén alerta ante cualquier señal de abuso infantil. La denuncia anónima, aunque no se haya confirmado, es un claro ejemplo de cómo la intervención a tiempo puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para un menor. Es fundamental que las personas no duden en reportar situaciones de peligro para los niños y niñas, ya que la tortura y el maltrato en casa suelen ser invisibles para el público.