
La legendaria Andy Sachs tropezó con gracia esta semana. En pleno rodaje de El diablo viste a la moda 2, Anne Hathaway protagonizó una caída inesperada al romperse el tacón de uno de sus zapatos mientras bajaba unas escaleras neoyorquinas. Vestida con su característico look de falda plisada negra, blusa de cuadros y tacones con tachuelas, la actriz cayó con elegancia… y ¡hasta con un bagel en la mano!.
A pesar del tropiezo, Hathaway se levantó al instante, alzó los brazos, sonrió y declaró con humor: “¡Estoy bien!”. Su actitud cautivó al equipo de filmación, que se acercó a socorrerla, y al público, que celebró su profesionalismo y buen humor al instante.
Al día siguiente, la actriz compartió el momento en Instagram con un montaje que compara este resbalón con su icónica caída en El diario de la princesa, acompañada del mensaje nostálgico “Veinte años después, sigo cayéndome por ustedes”. Los fans no tardaron en responder con cariño y memes celebrando su autenticidad.
Con esta vivencia, Hathaway transformó un momento desafortunado en un ejemplo de resiliencia, estilo y sentido del humor. Su caída, tan viral como entrañable, añade un nuevo capítulo memorable a la historia de uno de los regresos cinematográficos más esperados del año. El diablo viste a la moda 2 reunirá nuevamente a Meryl Streep, Emily Blunt y Stanley Tucci, bajo la dirección de David Frankel, con estreno previsto para el 1 de mayo de 2026.
Este inesperado momento no hizo más que reafirmar por qué Anne Hathaway sigue siendo una de las actrices más queridas y admiradas de Hollywood. Su capacidad para tomarse con humor incluso las situaciones más incómodas, demuestra una autenticidad refrescante en una industria donde la perfección es norma. Lejos de esconderse, Hathaway convirtió su tropiezo en una celebración de humanidad y gracia, dejando claro que incluso las estrellas también caen… pero saben cómo levantarse.
El incidente ha reavivado la nostalgia por el personaje de Andy Sachs, la becaria convertida en ícono de estilo que conquistó corazones en 2006. Muchos fans interpretaron esta caída como una metáfora de su evolución: de la joven insegura en tacones tambaleantes a una mujer poderosa que se levanta con elegancia y carácter. Y no es para menos: la secuela llega en un momento donde el cine revive sus clásicos, pero con una mirada más madura y empoderada.